Palabra Pública N°19 2020 - Universidad de Chile
todo eso, con mucha poesía en las murallas. Fue fantástico, yo me sentí feliz, volví a sentirme en mi país. —Estamos a un paso del plebiscito constitucional y uno de los temas que ha cruzado el debate es el po- sicionamiento de la cultura como un derecho social en la potencial nueva Constitución. ¿Cuál es su reflexión sobre este tema? No sé si llamarlo derecho social es correcto, yo lo llama- ría derecho, derecho que todo ser humano tiene debido a la importancia que la cultura tiene en la vida de las personas. Durante el estallido social, de pronto se agitó la creativi- dad y empezaron a aparecer cosas que podríamos decir que hoy son como el rostro más hermoso de ese momento. Las pinturas callejeras, las palabras en los muros, las canciones, poemas que surgieron. O sea, surgió la cultura de ese mo- mento, que no se mide en forma directa, sino que es un poder profundo como las aguas profundas, las corrientes profundas del mar, que de repente aparecen y que final- mente son lo más visible que dejan los hombres en su paso por el mundo, lo mas perenne, lo que mejor muestra de qué se trata esta vida, este paso por la tierra. Si tú quieres saber qué pasaba en Grecia varios siglos antes de Cristo, lo único que tienes en tus manos es la cultura, son los escritos, los testimonios que dejaron los que se dieron el trabajo de escribir los discursos, las tragedias. —Usted habla de la expresión popular manifestada en el arte, pero ¿qué pasa con el acceso? No es lo mismo asegurar, que es lo que hace el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que todas las personas tienen derecho a participar de la cultura de su país que tener acceso a ella en condiciones más o me- nos equivalentes. Cuando hablamos de derecho, fundamentalmente ha- blamos de dos cosas. Una, que tiene que ver con la libertad, con una situación en la cual sea posible la creación, con la libertad de expresión, de prensa, que no haya censura, que dejen a la gente tranquila para hacer lo que le dicta su ima- ginación, pero lo otro tiene que ver justamente con lo que tú dices, que es el acceso a la cultura, y eso es un derecho y tiene que estar garantizado en la Constitución. ¿Por qué? Porque la cultura es generadora de universalidad, o sea, es a través de la cultura que nosotros llegamos a reconocernos como seres humanos pensantes, iguales. Hay una palabra romana y latina, que es idiota . Los idiotas son los que que- dan lejos de los demás, los que están metidos en sí mismos, ensimismados, entonces no pueden participar del juego y la vida social. Para que no seamos un país de idiotas, tenemos que desarrollar la cultura y tenemos que darle el acceso a ella a todos los ciudadanos, eso es obvio. —¿De qué otras maneras la cultura fortalece a una sociedad? La cultura también desarrolla una cosa muy importan- te, que es la experiencia de que las cosas pueden ser de otra manera. La creatividad demuestra que eso que tú pensabas que era así, como lo ves ahora, puede ser de otra manera. Las cosas pueden cambiar, se pueden modificar, pueden aparecer otras nuevas. Entonces, esa experiencia que da la creatividad es fundamental para que la cosa se mueva, para que no le tengamos miedo al futuro, para que seamos ca- paces de buscar lo que más nos acomoda, lo que más nos gusta, lo que encontramos más bello, lo mejor. Si no, esta- mos recluidos en el presente y transformamos ese presente en una especie de cárcel en la que estamos engrillados. La cultura es creadora de universalidad y, además, educadora en la movilidad, es revolucionaria en ese sentido, por eso le tienen tanto miedo las gentes que son conservadoras, por- que creen que la palabra está dicha, que hay que contentar- se con lo que hay, que no hay nuevas palabras, nuevos artes, nuevas posibilidades. Abrir la cabeza a esas cosas nuevas es fundamental en la vida humana. —Durante el estallido social nos reconectamos con nuestro pasado cantando las mismas canciones de la dé- cada del setenta u ochenta que, sin embargo, nos inter- pelaban y adquirían sentido en el presente. ¿Cree que de alguna manera la música había anticipado el malestar que se venía incubando? Claro, es que era una cosa obvia. Yo tengo varias can- ciones que hablan de eso antes del estallido social, por ejemplo, tengo una que se llama Deca-densa (en el disco Carrasco 2), que anuncia exactamente lo que va a pasar y que termina con esa frase: “ahora viene la violencia”. Ade- más, creo que hay situaciones humanas que se repiten y que “Canciones de Violeta Parra que están hechas en situaciones contingentes, como La carta , traspasan ese momento en que fueron escritas porque se dirigen a las cosas que se van a ir produciendo después, y eso hace a esas canciones eternas, porque hablan de situaciones que se repiten, que nunca se pueden dar por terminadas”. 82
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