Palabra Pública N°19 2020 - Universidad de Chile

el contexto político, la realidad y características de las or- ganizaciones y movimientos sociales e incluso el contexto mundial que impone la pandemia del Coronavirus. Por lo tanto, la salida no puede ser la misma que operó en los ochenta y que consistió básicamente en desalojar a los trabajadores y populares de la acción política y circuns- cribirlos al ámbito “social” o “sindical”, en una suerte de gremialismo impulsado por el progresismo, que lo que lo- gró fue una profunda desafección hacia la política de los sectores populares y trabajadores. Desde esa perspectiva, es un momento crucial para avanzar en una nueva forma de relación y acción política que permita de manera efectiva hacer las transformaciones necesarias, y con ello, una nueva Constitución que garanti- ce derechos y seguridad social. En este sentido, entonces, la principal batalla en este momento es la participación ma- siva y activa de la gente. No basta con lograr los niveles de participación que se han logrado en las elecciones anterio- res, ahora es decisivo, para que sea un proceso representati- vo, la mayor cantidad de personas participando y aseguran- do, además, que las y los constituyentes sean reflejo de esas demandas que se han amalgamado en la rabia y frustración y se han levantado en las calles de nuestro país. Es, sobre todo, una lucha por derechos arrebatados y negados durante décadas. Para nosotros, como organiza- ción, es importante que exista el derecho a la vivienda y la ciudad dentro de los derechos garantizados por el Estado. Hoy la vivienda no existe como derecho en la Constitución y las referencias que existen hablan de las posibilidades que tienen las policías para allanar viviendas. Por lo tanto, de- bemos asegurar que la refundación de la patria asegure estos derechos en su carta fundamental. Sin duda, no basta que la Constitución mencione en uno de sus párrafos el derecho a la vivienda y la ciudad. En nuestro país sigue creciendo la desigualdad y la segregación social en la construcción de vivienda. Por pensar sólo en la materialidad (en cuanto a su construcción) y sólo de ma- nera cuantitativa, no se aborda la situación cualitativa. Es decir, no se piensa en sus habitantes y comunidades, que son más que la materialidad. Debemos pensar con mayor profundidad para planificar el desarrollo del hábitat con las y los habitantes como parte del proceso dinámico al que debemos apuntar como sociedad, abarcando la vivienda, la comunidad, el barrio y la ciudad como un espacio demo- cratizador de lo social y lo político. En este sentido, es clave no reproducir la lógica do- minante de construcción espacial mercantil, que sólo ha profundizado la segregación y marginación social a través de un constante desplazamiento a las periferias, poca acce- sibilidad a los servicios, escasa movilidad en la ciudad y que niega la participación ciudadana y el goce de la ciudad. Para tener redistribución de la riqueza material, social, cultural que se genera en las ciudades, pero que lamentablemen- te no tiene el disfrute para todas y todos por igual, para conquistar sociedades con mayor justicia y equidad, es vital pensar el hábitat que generamos de manera colectiva y el rol que juega el Estado en esto. En el hábitat existen las relaciones, vínculos y desarro- llo humano que subyacen a la materialidad y que no se deben invisibilizar. Por esta razón, para nosotras es vital la participación de las comunidades como una condición necesaria para las transformaciones en este proceso cons- tituyente. Los sectores populares no tenemos nada que perder y sí mucho que ganar. Desde nuestras realidades y visiones podemos aportar a ese nuevo Chile que se co- mienza a esbozar, en el que no se excluya a las y los popu- lares, un país que no sea de los expertos que se apartan de la realidad concreta y el día a día que vivimos millones. Queremos que esta Constitución refleje la diversidad de nuestra geografía y sus habitantes. “Debemos pensar con mayor profundidad para planificar el desarrollo del hábitat con las y los habitantes como parte del proceso dinámico al que debemos apuntar como sociedad, abarcando la vivienda, la comunidad, el barrio y la ciudad como un espacio democratizador de lo social y lo político”. DORIS GONZÁLEZ LEMUNAO Dirigenta de la comunidad gestora del proyecto de Vivienda Barrio Maestranza, en Estación Central, y del movimiento UKAMAU. Es trabajadora social, presidenta de Fundación Feman y directora de la Fundación Fernando Castillo Velasco. 45

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=