Palabra Pública N°18 2020 - Universidad de Chile

bases académicas, y si algo aprende uno en la academia es que más que plantear verdades, caminos inequívocos, hay posibilidades, hay debate, hay deliberación, hay evi- dencias, no hay bolas de cristal, lamentablemente. No hay caminos perfectos. En ese sentido, hay que tratar de que, como sociedad, como grupos que están tomando decisio- nes o abordando la decisión, tratemos de hacer las cosas de la manera más inteligente posible. La propuesta que hemos hecho desde el consejo asesor [respecto al desesca- lamiento] es poner lineamientos fundamentales desde el punto de vista sanitario, cuatro conceptos fundamentales que debiesen cumplirse, que no están escritos a sangre y fuego, aquí nadie tiene la verdad absoluta. El primero es que deberían pasar al menos 21 días de un descenso del número de casos nuevos; el segundo es que la positividad se acercara y disminuyera del 10%. Hoy estamos en un 19% global país, pero hay que desagregarlo por regiones porque hay algunas que están claramente bajo el 10% y la idea es que este desescalamiento sea regional. Un tercer factor muy importante es que la capacidad hospitalaria en esas regio- nes esté a buen nivel para poder recibir personas si es que hubiera pequeños rebrotes, debe haber menos de un 85% de uso de camas intensivas; y el cuarto punto, que es muy importante, es que debemos tener desarrollada la capacidad de trazabilidad y de detección pronta de casos nuevos que pueden ocurrir en las comunas donde hay circulación. —Una crítica recurrente desde la comunidad cien- tífica ha sido la poca transparencia en la entrega de los datos por parte del Ministerio de Salud y la demora en la entrega de esos datos. ¿De qué manera afecta esta falta de transparencia la interpretación de los datos por parte de las y los expertos y la percepción ciudadana de la evolución de la crisis? Mientras más información robusta, fidedigna, valedera manejemos y mane- je la población en general, mientras más informada esté, es mejor. La información es fundamental en todo sentido para tomar las mejores decisiones, hacer las deliberaciones adecuadas. Yo comparto parcialmente lo que podría ser la opinión de que ha habido falta de transparencia intencionada; cuando se habla de una falta de transparencia es con una inten- cionalidad detrás, de no querer mostrar los datos. —Se ha hablado de ocultamiento… Claro. Yo debo decir bien claro que no he visto eso en lo que llevo participando con diferentes autoridades de salud, del Ministerio de Salud y principalmente del Ministerio de Ciencia. Diría todo lo con- trario: el gran esfuerzo que ha desplegado el Ministerio de Ciencia, y lo digo con absoluta convicción porque lo he vi- vido, ha sido tratar de obtener información útil, transparen- te, para compartir con la comunidad científica y con quien quiera utilizarla con los mejores fines. Lo que sí ocurrió, a mi manera de ver, es que inicialmente faltaba mucha infor- mación y era bastante angustiante para quienes estábamos tratando de dar algún tipo de recomendación, pues faltaban datos del número de testeos que se estaban haciendo, qué estaba pasando a nivel comunal, cómo se estaban tomando las decisiones de cuarentena. Esta fue una pandemia que de alguna manera ocurre en un sistema global en nuestro país, y el sistema de salud, que distaba mucho de ser óptimo, te- nía muchas debilidades, y creo que esas debilidades fueron quedando de manifiesto, pero comenzaron a ser abordadas “Mientras más información robusta, fidedigna, valedera manejemos y maneje la población en general, mientras más informada esté, es mejor. La información es fundamental en todo sentido para tomar las mejores decisiones, hacer las deliberaciones adecuadas”. 80

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