Palabra Pública N°18 2020 - Universidad de Chile

“Se pensó que habían llegado por fin a ser clase media, pero su situación era precaria. Eran los ‘vulnerables’, es decir, la clase media para ellos era un espejismo. Incluso el Banco Mundial ha argumentado en estos últimos años que las personas o familias que han salido de la pobreza no son clase media”, abunda Barozet. Y refiere al estudio A vulnerability approach to the definition of the middle class (2011) de esa entidad, que sitúa el umbral de vulnerabilidad en el percentil 60 de la distribución del ingreso en Chile y otros países de América Latina. Abandonados al mercado La no consolidación de estos sectores trabajadores como una clase media mejor preparada para resistir el shock de la pandemia, piensa Barozet, está relacionada con que “la política de superación de la pobreza y de aumento del bienestar de la población estaba centrada en la integración al mercado laboral y el crecimiento económico”. Precisamente, dos de los ele- mentos que están “en pausa o con cifras negativas” por la crisis actual. Para Ramón López, académico e investigador de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, la vulnerabilidad de estos sectores se ha desarrollado gradualmente a través de los últimos 30 años y “fundamentalmente por la falta de equilibrio entre los bienes de mercado, que sí crecieron bastante, y los bienes públicos y sociales, que no crecieron a la misma tasa”. La crisis generada por la pandemia se agrava, sostiene, al coincidir con los resul- tados acumulativos de esa vulnerabilidad. A fines de los 90 e inicios de los 2000, afirma López, “teníamos una población más joven que usufructuaba bien de los bienes privados: no resentía tanto la falta de protección social al tener mejor salud y no tener que jubilarse todavía. Se estaba construyendo una vulnerabi- lidad, pero parte de la población aún no la sentía. Pero cuando la población empieza a enve- jecer, a enfermarse o cuando pierde el trabajo o tiene un accidente, va sintiendo lo vulnerable que es, porque el Estado no le ofrece nada en esas circunstancias”. El egreso de “jóvenes endeudados y de universidades que eran una estafa” y la jubilación de más generaciones bajo el modelo de las AFP, “con profesores pasando de ganar 800 mil pesos a 150 el día que se jubilan”, son para el economista golpes de realidad que desnudan las débiles bases que sirvieron para reducir la pobreza desde los 90. A la pandemia, insiste, “los jubilados llegan con ninguna reserva y la clase media llega endeudada y con muy pocos ahorros, porque tenía que pagar un montón de conceptos que en otros países son gratuitos”. Un problema añadido es que estos grupos “se corresponden con familias que no reciben ayuda o poca de parte del Estado”, señala Barozet. El Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), de hecho, llega a hogares con hasta 400.000 pesos de ingreso, sólo el 34% de los hogares del país. “Es un problema derivado del hecho de que esa línea de pobreza que no discrimina entre condiciones sociales muy distintas, sí discrimina acceso a beneficios”, dice Ruiz Encina. “Por eso no podría (la línea de pobreza absoluta) ser la base de sustento para una política de beneficios y atención a las economías familiares más vulnerables”. A mayor pobreza, suma el sociólogo, “vamos a ver un aumento y un cambio en la fiso- nomía de la desigualdad en la sociedad chilena. Cuando la gente se imaginaba lo que había detrás del (Índice) Gini, lo que veía era concentración de la riqueza, a diferencia de pobreza, como en el resto de América Latina”. Ahora la desigualdad crecerá en ambas direcciones, afirma, e ilustra con los fondos de emergencia destinados a la micro y pequeña empresa (Fo- gape): “se ponen en manos de la banca privada, que utiliza un gasto estatal y lo entrega con intereses. Ese tipo de cosas estimula la concentración de ingresos”. En el otro extremo, añade Moreno, “nos enfrentamos a una situación que no veíamos hace 35 años. Y es que aparecen en el horizonte personas con inseguridad alimentaria. Tene- mos malnutrición, es un hecho de todos los países en desarrollo, pero inseguridad alimentaria no habíamos tenido. Es una vuelta atrás muy fuerte”. Soledad Ruiz Jabbaz, académica de la Universidad de Chile especializada en psicología social y comunitaria, recuerda que los sectores populares “han lidiado históricamente con Emmanuelle Bazoret, socióloga de la Facso, U. de Chile. Soledad Ruiz Jabbaz, psicóloga social y comunitaria de la U. de Chile. Ramón López, economista de la U. de Chile. 23

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