Palabra Pública N°16 2019 - Universidad de Chile

tudiantes secundarios, particularmente aquellos estudiantes que estaban siendo fuertemente reprimidos —estoy pen- sando en el Instituto Nacional y la con- ducta criminal que ha tenido el alcalde de Santiago, Felipe Alessandri—, levan- taron una consigna que se llamó “evadir, no pagar, otra forma de luchar”. Creo que esa acción fue la gota que rebalsó el vaso y que provocó que ese día miles de personas a lo largo de todo el país sa- lieran a la calle, muy inorgánicamente, por cierto, porque son más de 30 años en que la elite política y económica se ha enriquecido a costa de las personas, se ha enriquecido a través de las priva- tizaciones de los trabajadores, de la pri- vatización de la salud, de la educación, a costa de la privatización de la vivienda digna, a costa de la privatización de los bienes comunes, del agua y la tierra en particular. Creo que estamos viviendo una sublevación nacional y desde el 18 en adelante nos hemos dado cuenta de cómo se estaba incubando en la socie- dad criolla un profundo descontento con el modelo de fondo. —¿Cómo evalúas el acuerdo del mundo político para iniciar un pro- ceso constituyente? Es un acuerdo que se toma con par- tidos políticos que tienen representación parlamentaria, un acuerdo que se toma a espaldas del movimiento social, un acuerdo que, en la práctica, lo que hace es darle un salvavidas al gobierno, que hasta ese momento estaba totalmente deslegitimado y que marcaba un 9% de adhesión, que tenía un record increíble enmateria de violaciones a los DD.HH . Ahí hay un porcentaje de la casta que es directamente responsable del modelo de despojo que existe en nuestro territorio, una casta que ha administrado el Estado ocupando altos cargos como ministros y subsecretarios, y una vez que han sali- do del Estado han pasado a administrar cargos en los fondos de pensiones, en las Isapres, en las hidroeléctricas, en las fo- restales, una casta que se ha caracteriza- do por las sillas musicales, una casta que no ha dado respuesta a las demandas reales de la ciudadanía. —¿Y qué vía te parece que debería haber tomado el mundo político para intentar buscar una salida a la crisis? Lo que hay que señalar es que quienes corrimos el cerco más allá de lo posible somos el movimiento popu- lar. ¿Qué esperamos? Sin duda, seguir corriendo el cerco, y creo que lo que se requiere también es que el movimien- to social protagonice. Porque el movi- miento social, lo social y lo político, no están divorciados, el movimiento social es profundamente político. No- sotros luchamos por el agua, que es una demanda profundamente política y que tiene que ver con terminar con la Constitución política del 80. —¿Tienes expectativas en que los acuerdos alcanzados permitan cambiar las lógicas de la política que criticas? Si bien es cierto que recuperar los fondos de pensiones de los trabajado- res es tremendamente importante, así como regular la salud y la educación como derechos, aquí hay temas que no se han instalado con la fuerza su- ficiente, como que el origen de las desigualdades en el país tiene que ver precisamente con la apropiación de los recursos naturales comunes. Yo creo que hay un divorcio absoluto con la casta, creo que hay un segmento de la casta política que hoy definitivamente tiene que dar un paso al costado, y lo van a dar porque nosotros finalmente vamos a correr el cerco de lo posible. Ellos hoy no pueden marchar, ellos no pueden salir a las calles. A mí me daría una profunda vergüenza ufanarme de ser parte de la casta política o ser par- lamentario y no poder salir a la calle. Es una contradicción absoluta porque se supone que estás en política por- que estás velando por el bien común y no puedes salir a la calle porque te golpean, te escupen, porque la política está en un nivel tal de descrédito que da vergüenza. Lo voy a decir en térmi- nos populares, sencillamente: se tienen que ir a la chucha, hay un sector de la casta política que vale hongo, que vale callampa, que son los responsables de lo que sucede en nuestros territorios. —A propósito de los problemas que afectan a los territorios, hable- mos sobre tu tema, el agua. ¿Por qué has planteado que lo que ocurre en comunidades como Petorca se expli- ca por el saqueo y no por la sequía? La provincia de Petorca es el epi- centro nacional de la violación del de- recho humano al agua, todo el mundo conoce lo que ocurre en esa localidad, en Núremberg, en París, en Madrid, en todas partes se dan cuenta de que en la provincia de Petorca hoy es más im- portante la producción de paltas que la vida de las personas. En esa provincia, a 140 km de la capital, más del 70% de la población toma agua de camiones al- jibe, los ríos no existen, no hay escurri- miento superficial de los ríos hace más de 15 años. Una pléyade de políticos "Estamos viviendo una sublevación nacional y desde el 18 en adelante nos hemos dado cuenta de cómo se estaba incubando en la sociedad criolla un profundo descontento con el modelo de fondo". 14

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