Palabra Pública N°16 2019 - Universidad de Chile
MEYER: Los negocios son juego limpio. Esto es saqueo. EL CHINA: Nombres, ¿ve usted? Lo mismo que “Te descerrajo un tiro”. Negocios, saqueo. Nombres. ¿Quién establece la diferencia? Egon Wolff, Los invasores (1962) EL HORROR «E l yugo se hace más insopor- table cuando es menos pesa- do», dice Tocqueville citado por Carlos Peña. Aproveche- mos la liviandad y deshagámonos del yugo para siempre, digo yo. Si quieren se los digo en francés. Aunque mi francés, mal pronun- ciado, suene como si le estuviera sacando la madre. No precisamente a Tocqueville. Escribo desde el horror. Escribo en ca- liente. Escribo sin guía y sin mapa. Como estos días. Escribo pensando que la frialdad no sirve, porque un corazón frío no es ca- paz de ver la fisura en la cual habitamos. ¿Qué estamos viviendo? ¿Cuál es el horror, cuál es la fisura esa que habitamos? ¿Los estudiantes evadiendo el metro? ¿Unos tor- niquetes destruidos? ¿Las hordas de gentes, las multitudes bíblicas distribuyéndose agotadas y acaso subyugadas por el caos de ese dieciocho de octubre? ¿Las tropas de pa- cos vigilando inútilmente el desmadre (ese ejército estéril tratando de contener lo que en el futuro serían las ruinas de la estación Baquedano)? ¿O el horror son las pantallas contra las vías? ¿O el fuego en las estacio- nes de ese sueño del transporte urbano que surcó de Frei Montalva hasta la dictadura y la Concerta , pasando por la rajadura eterna de la Alameda durante la Unidad Popular? ¿O fue el fuego nocturno en el edificio de ENEL, iluminando el caos de la ciudad, lo que termina describiendo el horror? #Chi- leDespertó. #ChileCambió. Eso decían las redes a esa hora. ¿Entonces qué? ¿El horror es el cambio, el horror es ese despertar? ¿O el horror es el modo en como hemos desperta- do? ¿La forma en que hemos manifestado el hartazgo? ¿La forma de zamarrear el cuerpo dormido? ¿La —políticamente incorrecta— forma de la violencia? Cuesta encontrar el hilo. Voy a una marcha. Escucho voces en cabildos. Asam- bleas. Nadie sabe qué diferencia la una de la otra. Converso. Con los de siempre y con nuevas voces. Voces que nunca había oído y que sin embargo siempre habían estado a mi lado. Hay lucidez y confusión, a veces en una misma frase. ¿Ese es el horror del que hablo? No. Absolutamente no. El choque de la lucidez y la confusión a veces ilumina. Queremos aprender y durante tantos años han buscado hacernos productivos e igno- Milagros Abalo POR MARCELO LEONART 98
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