Palabra Pública N°14 2019 - Universidad de Chile

En agosto llegará a librerías la reedición de Filtraciones, libro en el que Federico Galende reúne conversaciones que sostuvo con cincuenta artistas, teóricos, escritores y filósofos, y que le permitieron construir un registro inédito de las últimas décadas de las artes en Chile: desde la Escena de Avanzada hasta el Chile neoliberal. L a idea de reeditar Filtracio- nes fue de Guido (Arroyo). Y cuando me propuso la diagra- mación, el diseño, reunir los tres tomos, me pareció muy atractivo, así que ahí cerra- mos. No coincidimos en las páginas, eso sí: yo quería que fuera un libro más grande, porque cuándo me va a salir un libro de tantas páginas —dice Federico Galende (1965) y se ríe, sentado en el living de su departamento, días antes de cerrar los cur- sos que este semestre impartió en el Departamento de Teoría de las Artes de la Universidad de Chile, donde es profesor asociado. Cuando se realiza esta entrevista, el libro aún está en imprenta, por lo que no se puede dimensionar, en tér- minos concretos, su tamaño, pero es evidente: dentro de todos los libros que ha publicado Galende —y que ya suman más de diez, entre ensayos y novelas—, esta reedición de Filtraciones. Diálogo con el arte chileno: una historia (1960-2000), es sin duda el más voluminoso: cerca de 650 páginas son el resultado de este trabajo publicado esta vez por Alquimia Ediciones, en el que se reúnen los tres tomos de estas conversaciones que aparecieron, originalmente, en 2007, 2009 y 2011. Aquí están, por primera vez en un solo libro, las conversacio- nes que sostuvo Galende con artistas, filósofos, escritores y teóricos como Eugenio Dittborn, Nelly Richard, Diamela Eltit, Voluspa Jarpa, Adriana Valdés y Pablo Oyarzún, entre otros, las que le permi- tieron construir, a partir de esa multiplicidad de voces, un registro inédito y crítico acerca de las últimas déca- das de la historia de las artes en Chile. Filtraciones es también, para Galende, su primer libro chileno; el inicio de un diálogo constante que ha tenido con el campo cultural y que empezó cuando llegó al país, a inicio de los 90, desde Buenos Aires. Entró a la Uni- versidad Arcis a trabajar en la carrera de Sociología, y ahí conoció, sobre todo, a un mundo cercano al arte: Nelly Richard, Francisco Brugnoli, Willy Thayer, Guillermo Machuca, Eugenio Dittborn… Un grupo de personas que inevitablemente lo llevaron a los temas que habían marcado las artes visuales de esos últimos años, temas en los que la Escena de Avanzada era un referente ineludible y que a Galende le empezó a generar curiosidad. —Todos tenían todavía esa referencia a la Avanza- da, pero una referencia bien opaca, medio deprimente, como esa cosa medio deprimente que tienen estas neo- vanguardias en la dictadura, que trabajan con códigos, con indicios, tratando de que el poder no pesquise sus prácticas, pero todo esto entre siete u ocho gatos, peleán- dose en un taller húmedo, pensando que lo que hacían era relevantísimo, cuando en realidad no afectaba ni POR DIEGO ZÚÑIGA FOTOS: FELIPE POGA UNA HISTORIA ORAL (Y POLÍTICA) del arte chileno ENTREVISTA — 4

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