Palabra Pública - N°10 2018 - Universidad de Chile

género y no me fue bien. Yo creo que pasa porque me he ganado el eslogan de ser la ‘feminazi’ de la composición, que yo voy a derrotar a los hombres y no entienden que el tema es equilibrar la formación, que tenga una mirada tanto masculina como feme- nina”, explica Valeria. Músicas contra el machismo Los cánticos de mujeres estudiantes que marchan por la Alameda se escuchan de a poco en las ofici- nas de la Casa Central de la Universidad de Chile. Trabajadores y trabajadoras corren la voz por las ofi- cinas: “¡vienen llegando las chiquillas!”, e inmedia- tamente se vacían. En los pasillos suenan tacones, todos en dirección al patio Andrés Bello que se viste poco a poco de morado con lienzos, banderines y pañoletas sujetadas al cuello de las estudiantes. Es 18 de junio de 2018, apogeo del movimiento feminista en las universidades y en el patio de la Casa Central hay alrededor de 40 sillas dispuestas en forma coral con una tarima al centro. Cuerdas, vientos y percusiones se acomodan en sus respec- tivos puestos para iniciar el repertorio liderado por el Himno de la Universidad de Chile. La obra de Julio Barrenechea y René Amengual comienza a so- nar a manos de mujeres cuando la directora de la orquesta, Ninoska Medel, da la primera señal con la batuta. Diez segundos de instrumental y el coro de mujeres irrumpe: “Egresada, maestra, estudiante / vibre entera la Universidad” cantan las estudiantes que finalmente han logrado un petitorio conjunto que desean entregar a las autoridades. La formación de una Orquesta de Mujeres nació por iniciativa de Ninoska Medel Suazo (26), licenciada en Artes mención Teoría de la Música de la U. de Chile, en una asamblea de mujeres en el marco de la movilización feminista de los últimos meses, don- de se habló de generar cambios transversales fuera y dentro de la Casa de Estudios. Además de ser la impulsora de este proyecto, Ninoska es la directora de la Orquesta Regional de Aysén creada por la Fun- dación de Orquestas Juveniles e Infantiles (Foji), or- ganización del Estado que promueve el movimiento orquestal juvenil en el país. Tocando en la Orquesta de la Municipalidad de Pu- dahuel, Ninoska se interesó en la dirección de or- questa. Ensayando violín se percató de que nunca la había dirigido una mujer; si bien había tres direc- toras, éstas se dedicaban exclusivamente a impartir clases a niños y niñas aprendices. Ese episodio fue crucial para que decidiera comenzar a formarse por su cuenta en dirección de orquesta: “Me dijeron que era difícil y que las mujeres no tenían casi cabida en la dirección. Por eso elegí la carrera”, cuenta. Para ella, el machismo es una de las principales ba- rreras de las mujeres en la música. “Es extraño, es incómodo para un gran porcentaje de músicos, ma- chistas, que venga una mujer a decir cómo se hace la música, que más encima escribió otro hombre en la mayoría de los casos”, asegura. En más de alguna ocasión le dijeron que tocaba como niña cuando, por ejemplo, no lo hacía tan fuerte. “Estás diri- giendo como mujer”, le criticaron años más tarde cuando iniciaba su carrera como directora durante P.60 P.P. / Nº10 2018 / Dossier

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