Palabra Pública - N°10 2018 - Universidad de Chile
hermanos en Haití y que su papá podría estar en Brasil. A su madre la han rastreado en San Bernardo, donde alguna vez vivió. El objetivo de la búsqueda es dejar algún vestigio de sus familiares, fotos o cualquier registro, por si en algún momento Luz quiere saber sobre su historia. Más niños y más educadoras extranjeras El Hogar Misión de María nació hace 18 años, fruto del interés de un grupo de personas para acoger a niñas y niños cuyos derechos fuesen vulnerados durante sus primeros tres años de vida. Entre los profesionales del lugar hay psicólo- gos, trabajadores sociales, educadoras de párvulo y personal administrativo, además de manipuladoras de alimentos y encargados de aseo. Los hogares del Sename pueden re- cibir hasta treinta niños; el hogar Misión de María acoge actualmente ese número, de los cuales cerca de un 15% son inmigrantes. Estas cifras, dicen en el hogar, han ido en aumento. Antes era un caso por año y en general se trataba de menores de edad peruanos y bolivianos. Posteriormente se incorporaron niños de nacionalidad haitiana. -Dentro del sistema de protección se están integrando o internando niños que son de otros países. Me ha tocado ver que vienen últimamente de Haití, pero antes también se han visto niños que tienen sus madres nacidas en Ecua- dor, Perú o Bolivia- explica Matías Marchant, psicólogo del hogar y académico en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile. Sólo entre enero y octubre del año pasado, 1.297 niños y niñas ingresaron al sistema de protección. Es decir, cada día, cuatro menores migrantes entraron a alguna residencia del Sename. En el Hogar Misión María, Cristina López junto a voluntarias se hacen cargo de las guaguas de 0 a 1 año. Fue en este lugar donde López tuvo su primera experiencia con el cuidado de bebés haitianos, antes de Luz. El primero fue M., que llegó al lugar a los 15 días de nacido. -Conocer a M. fue distinto. Era como un ternerito. Lo fui amando desde siempre. Lo estuve esperando desde siempre- dice López. Cristina Bentos, trabajadora social encargada del caso de M. en Hogar Misión de María, al conocer a la madre del niño la quiso proteger. Sin embargo, en un comienzo fue difícil: la madre no siguió yen- do al hogar a ver su hijo. Tras esto, Bentos comenzó a hacer visitas domiciliarias. Antes se contactó con Extranjería, donde la derivaron con un estudiante haitiano de Trabajo Social que ofició de traductor a través de Whatsapp. López recuerda a la madre de M. Varias veces la re- gañó por no ir a visitar a su hijo. No quería que se lo P.20 P.P. / Nº10 2018
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