Palabra Pública - N°9 2018 - Universidad de Chile

“Señorita Castro, le tengo una matrícula para Filosofía”, le anunció en abril de 1964 el secretario de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Chile a una, entonces, adolescente Victoria Castro. Era la enésima vez que Castro se iba a parar a esa puerta a pedir un cupo para la carrera. De batallas y resistencias sabe “Vicky” Cas- tro, arqueóloga, académica de la Facultad de Ciencias Sociales, Profesora Titular y Emérita de la U. de Chile, Premio Amanda Labarca 2014 y hoy, la tercera latinoameri- cana y la primera mujer en ser reconocida por la Sociedad Americana de Arqueología por su aporte a la disciplina en Latinoamé- rica y el Caribe. Castro no sólo peleó por entrar a la Chile, sino también por quedar- se luego de que la dictadura militar golpea- ra con especial fuerza el Pedagógico, don- de empezó su carrera académica con dos pequeños hijos. Lo mismo hizo cuando a temprana edad quedó huérfana y debió pa- sar buena parte de su vida escolar interna y luego, cuando el exilio la separó de su única hermana, quien nunca más regresó al país. El pasado viernes 13 de abril, en Washin- gton, Estados Unidos, ante un auditorio repleto y en presencia de colegas de todas partes del mundo, Victoria Castro recibió de manos de la presidenta de la Society for American Archeology, Susan M. Chandle, el premio que en la prensa llaman “el Óscar de la arqueología”. “Lo recibí y todavía siento harto pudor, porque encuentro que hay tanta gente la- boriosa en nuestro país”, dice Castro. Lo agradece y achina los ojos al sonreír. Le cuesta comentarlo. Repite que este premio pertenece sobre todo a las mujeres arqueó- logas. “¡Mis colegas son fuera de serie!”, ase- gura la académica, formadora de gran parte de los arqueólogos y arqueólogas chilenos, P.5 Nº9 2018 / P.P.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=