Palabra Pública - N°9 2018 - Universidad de Chile

sentir, Gaz, Los tristísimos veranos de la princesa Diana y Liceo de Niñas . Desde mayo a diciembre de 2017 asistieron 17.310 personas. Desde enero a abril se cuentan 7.536. “Aquí estamos en un espacio en la ciudad en el que se instala el poder de la República (La Moneda, barrio cívico), pero aquí la caja está resonando desde otro lugar”, comen- ta Griffero. El estreno de La Iguana de Alessandra este 12 de mayo es una apuesta por la comedia. Griffero destaca al TNCH como un lugar emblemático en la escena chilena. “Este teatro tuvo una relevancia en el medio artístico nacional y eso se había perdi- do. El teatro, desde el punto de vista de la infraestructura y equipamiento, estaba quedando obsoleto. Toda la infraestructu- ra escénica estaba muy decaída, pero tam- bién se había alejado de lo fundamental, que es su gente, su público. Había perdi- do su presencia y su relación, y ya la gente se estaba preguntando si aún existía. De hecho, yo ni sabía qué cartelera se daba en el teatro. Estaba invisibilizado en relación a la gran impronta que tuvo para todas las artes escénicas en Chile. Para mí era fun- damental que el teatro comenzara a surgir, tomando poco a poco esa presencia”. Lo primero que se hizo fue construir un plan de revitalización: “La Facultad de Artes no tenía los medios –dada su situación económica- para contener este teatro, generando producción, renovando los equipos. Le planteé al Rector Vivaldi si la Universidad estaba por revitalizarlo o por cerrarlo. En un momento estuve un poco angustiado, porque sentí que estaba llegando para cerrarlo, pero el cariño a este teatro no es mío, es de la comunidad escénica artística nacional. Entonces, cuando llegué no había nada programado y fue así que convoqué a mucha gente para ver qué existía en la escena nacional con el fin de ver si alguna compañía se interesaba en presentar obras. Todos vinieron felices. Fue una convocatoria muy bonita porque llegó gente que por primera vez pisaba este teatro y que por primera vez actuaba en este escenario, porque mi lema fue el Teatro Nacional Chileno es un teatro para todos”. Uno de los pasos siguientes por recupe- rar y no perder será consolidarse como un lugar de creación y reflexión (donde el plan de formación de audiencias ha sido central) con el fin de generar en el futuro mayores articulaciones con la Es- cuela de Teatro, “cuando existan mejores condiciones para generar producciones propias”, insiste, sabiendo que es un tema por abordar. “La Facultad de Artes necesita una modernización general y en eso el proyecto de Vicuña Mackenna 39 –espacio que lo conecta con su recordada obra Viva la República (1989)- será un gran paso (que se suma a la construcción del polo cultural de la U. de Chile en el eje de Plaza Italia, con el Teatro Baque- dano y Vicuña Mackenna 20). Si los aca- démicos tienen los recursos para venir a hacer sus producciones al teatro sería un aporte al movimiento de este espacio y eso, felizmente, se vislumbra a través de este proyecto. Como que se ha ido des- pejando el cielo”. P.42 P.P. / Nº9 2018

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