Palabra Pública - N°8 2017 - Universidad de Chile

porque se supone que el archivo está completo y que es mucho más que las fichas, las fichas son sólo una parte. Y que es propiamente lo que a mí, siguiendo a una antropóloga que es Sofía Tiscornia, me gusta de- nominar “mirador”: es un lugar que te permite ver un montón de cosas. Yo imagino por lo que escuché en seminarios respecto del archivo de Colonia Dignidad, que hay miles de cosas que pueden ser reconstruidas ahí. Nosotros podemos hacer múltiples abor- dajes de la investigación. Desde cómo era concebida la salud, de qué forma se admi- nistraba, de qué forma era un mecanismo de poder, cómo se relacionaban con el afuera desde muy distintos lugares, tanto fuera el hospital como la relación con la DINA y los prisioneros. Están las causas que tienen que ver con los delitos de lesa humanidad que es uno de los ejes a partir de los cuales se está pidiendo que se libere esa información, que entiendo está hace muchos años guardada sin ser utilizada, y después obviamente para la investiga- ción. Pero las tres patas de la archivística actual dicen que también debería recoger la cuestión de lo que son los derechos. Inteligencia y secreto de Estado En marzo de 2006, cuando Muzzopappa trabajaba en el Centro de Estudios Legales y Sociales, CELS, la denuncia de un sub- oficial de la armada de Trelew, Argentina, sobre una serie de archivos de inteligencia, gatilló el allanamiento de una oficina de esa institución que abrió un proceso ju- dicial. Muzzopappa, que se desempeñaba en el área de fuerzas armadas del CELS, comenzó a colaborar con este caso. -Llevamos el caso de espionaje de Trelew. Lo que se encontró fue un archivo bas- tante básico. Era el archivo una oficina primaria de recopilación de información, que recoge la información local y la en- vía a la cadena de inteligencia, la oficina superior, que es la que recoge los infor- mes de todas las oficinas locales. Ahí se supone que hay un archivo más grande que nunca apareció, porque se allanó la oficina de inteligencia Puerto Belgrano, que se supone que es ahí donde estaba el archivo mayor, y bueno, ya se había lim- piado todo, se encontraron re-poquitas cosas- explica la antropóloga. El trabajo de Muzzopappa comenzó con un archivo que estaba desarmado y que era lo que se llama archivo de oficina o de gestión. “No tenía nada fundamental de estas cosas que la gente imagina que puede llegar a tener un archivo de inteli- gencia”, dice. Porque un archivo de oficina puede ser, por ejemplo, “compramos 50 car- petas blancas”. -Exacto. Eso estaba, comunicaciones de ingresos y egresos, agendas de contac- tos de la misma gente. Pero también ha- bía, por ejemplo, recortes periodísticos. Que uno los puede encontrar en internet, no es información extraña de ningún tipo. No había prácticamente, salvo en un par de casos que yo relevé, registro de activi- dades de seguimiento de alguien. Todo se manejaba más bien con información abierta. A partir de eso, la pregunta que me empezó a generar interés fue de qué me sirve este material, porque es un archivo que no dice nada. Entonces empezar a preguntarse respecto de la noción de secreto, de lo que es un archivo de inteligencia, de en- tender la actividad de hacer inteli- gencia, cuál es el lugar de este tipo de actividades en relación a lo que se llama la autonomía de las fuer- zas armadas, que fue un tema muy trabajado en los ‘80 sobre todo por gente de Flacso Chile y que de repente pasó a segundo nivel. En algún momento me interesó saber cómo estaba ordenado ese archivo y empecé a usar los criterios archi- vísticos. Hice un cruce con otro archivo de inteligencia que es de la dirección de inteligencia de la policía de la provincia de Buenos Aires, que es un archivo que está completo y que mantiene todas sus cate- gorías. Fue muy interesante hacer el reco- rrido histórico de esas categorías y cómo se fueron manteniendo. Y eso me permite inferir un montón de cosas y corroborar otras. Siempre se supo que los organismos de inteligencia trabajaban de manera con- junta. Eso permitía ver que todavía había una cierta relación a pesar de que eso ya estaba prohibido legalmente. También me permitía ver que se seguían realizando actividades de inteligencia interior pese a que también estaba prohibido legalmente. Eso todos lo sospechaban. Y es parte de lo que se suele decir de los archivos de inteli- gencia: cuando se encuentran, corroboran algo que ya se sabe. Pero termina siendo el material a partir del cual uno puede re- construir objetivamente todo estos circui- tos, relaciones. ¿Se le pide más de lo que realmente tie- ne un archivo de inteligencia? -Sí, la categoría de secreto es fantás- tica, despierta muchos fantasmas, deseos, un montón de cosas. Para mí fue un ejer- cicio muy interesante porque la disputa en la causa judicial, la mayor pelea des- “La idea de cómo y para qué es el secreto corrobora lo que algunos autores hablan, de que el secreto es una muestra de poder. Y a mí me ha hecho un montón de sentido con el tema del informe Valech. Por qué y para qué. ¿Quién dice que es secreto? ¿Qué fantasmas despierta el levantamiento del secreto? Es la intriga por saber lo que hay ahí y también la noción de peligro que se instaura cuando se dice que se va a levantar un secreto”. P.6 P.P. / Nº8 2018

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