Palabra Pública - N°7 2017 - Universidad de Chile
Nacida en junio de 1866, Eloísa Díaz decidió a muy temprana edad derribar las barreras sociales que se le habían impuesto por su género. Con tan sólo 15 años impactó a la socie- dad chilena al ser la primera mujer en rendir el Bachillerato de Huma- nidades, como fue consignado en la prensa de la época, prueba que apro- bó por unanimidad de su comisión revisora. Al día siguiente de recibir su bachiller, sorprendió nuevamente al postular a la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, convir- tiéndose en la primera mujer en cur- sar estudios en esa carrera. Su experiencia universitaria no fue fácil, ya que el Decreto Amunátegui, que permitió que las mujeres rindie- ran exámenes para acceder a títulos profesionales, era recién de 1887. Por estas razones Díaz debió ser acompa- ñada por su madre a las clases en la Facultad y debió luchar incansable- mente contra sus profesores y compa- ñeros para ser aceptada como una par. “La instrucción, como muchos pretenden, no es la perdición de la mujer: es su salvación”, declaraba siete años más tarde al defender su tesis de grado titulada “Breves observaciones sobre la aparición de la pubertad en la mujer chilena y las pre- disposiciones patológicas del sexo”. Con esto se convirtió en la primera mujer médico-cirujana de Chile y Latinoamérica, y una de las seis en titularse en este campo en nuestro país durante el siglo XIX. Luego ingresó a trabajar al Hospital San Borja, a la vez que ejercía como académica de la Escuela Normal de Preceptores del Sur. La higiene y la salud en las escuelas fueron sus gran- des pasiones profesionales, a las que les dedicó su vida. En 1898 se convirtió en inspectora médica escolar, cargo que des- pués asumiría a nivel nacional y que mantendría durante 30 años. Desde esa tribuna lideró reformas como la creación del servicio dental en las escuelas, fundó jardines infantiles, im- plementó policlínicos dirigidos a las personas de menores re- cursos e impulsó colonias esco- lares gratuitas. En 1910 se la nombró “Mu- jer Ilustre de América” en el Congreso Científico Interna- cional de Medicina e Higiene de Buenos Aires. Un año más tarde sería nombrada como la primera directora del nuevo Servicio Médico Escolar de Chile, desde donde impulsó la vacunación masiva de esco- lares, la lucha contra el raqui- tismo y la tuberculosis, e intentó implementar el desayuno escolar obligatorio en los establecimientos. Su lucha por la igualdad de la mujer en el campo académico y por la higiene y salud de los escolares la han hecho ser recor- dada muchas décadas después de su muerte, en 1950. Eloísa Díaz ejerció la Medicina durante 60 años y recibió numerosos reconocimientos por su carrera profesional, pero su ejemplo de lucha contra las barreras sociales sigue inspirando a las mujeres en la actualidad a buscar más allá de las fronteras de lo permitido. LA CHILE EN LA HISTORIA DE CHILE Eloísa Díaz Insunza 1 8 6 6 - 1 9 5 0 Eloísa Diaz, Colección Archivo Fotográfico, Archivo Central Andrés Bello, Universidad de Chile. Iluminación Digital: Andrea Durán, Unidad Gráfica Digital, Archivo Central Andrés Bello Universidad de Chile
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