Palabra Pública - N°7 2017 - Universidad de Chile

entre una bienal –cualquier bienal- y una universidad tan importante como la Chile tiene que ver con eso, más allá de la or- ganización de encuentros en conjunto, de la constitución de publicaciones; esos son sólo dispositivos que sirven para profun- dizar algo que es mucho más matriz y es cómo se tratan estos temas a largo plazo. Porque una bienal no es suficiente como para poder expresar lo importante de los terremotos en las políticas culturales de Chile. Tiene que tener una continuidad, entonces la Bienal propone un tema, que claramente ha sido tratado con anterio- ridad en la misma universidad, pero que ahora hay otras condiciones, otros proble- mas. Como, por ejemplo, Internet: cómo Internet se trata no solamente de un me- dio de difusión sino también de organi- zación, la constitución de big data de los terremotos, también los microdatos. Son miles de variables. De hecho, en la U. de Chile hay un grupo interdisciplinario de académi- cos que trabajan el tema de los desas- tres socionaturales, CITRID. -Hemos tenido relación con ellos. Es- tamos organizando un seminario con ellos y la Vicerrectoría de Extensión y Comuni- caciones para el 13 de octubre, que es el día de la prevención de los desastres sociona- turales. Ese es el grupo con el que hemos dialogado para poder aportar, porque en general el tema cultural no está muy bien incorporado. El arte y la cultura se incor- poran como una estrategia de marketing en general, de difusión, pero no de reflexión crítica. En general a los artistas se les invita a inaugurar un evento, con una obra de tea- tro, una performance , pero no a reflexionar críticamente a través de programas de resi- dencia, investigación, que es lo que se bus- ca, que los artistas no sean tratados como el área de divulgación y entretenimiento de los proyectos científicos. Si tú ves en las po- líticas del futuro ministerio de las Culturas no hay ninguna frase que junte la relación arte y ciencia en un programa. Está nue- vos medios, innovación, creatividad, pero en ninguna parte existe el concepto arte y ciencia. Lo mismo con Conicyt. No existe el arte más allá del tema divulgación, que es lo que estábamos hablando, que los artistas en general son considerados como perso- nas que se integran para el momento de la divulgación de algo. El nombre de esta 13° Bienal es “Tem- blor” , pero ustedes no quieren hablar de desastres. ¿Por qué? -No son desastres naturales, son de- sastres sociales. Una de las primeras frases del texto de la curatoría de la Bienal que se refiere a Ronald Kay es que si la tierra se dejara de mover, moriría. Y el que se mueva es un rasgo de su consistencia viva o su condición orgánica. Ahí el problema es nuestro, al no saber cómo incorporarnos y acoplarnos estructuralmente a las condicio- nes geográficas o climáticas de los lugares donde habitamos. Entonces los desastres en ese sentido no son naturales; si la natu- raleza no tiene la culpa de ser así. Cómo le podemos echar la culpa de un terremoto a algo si los terremotos existen y nosotros lo que tenemos son datos y observaciones que nos permiten saber que existen fallas geográficas, zonas de subducción, placas tectónicas, lugares donde existen grandes nevazones y paralización de cualquier ges- P.26 P.P. / Nº7 2017

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