Palabra Pública - N°7 2017 - Universidad de Chile

universidad. Es una historia poco conocida en Chile porque después del golpe de Estado ellos, como participaban muchos del Partido Comu- nista, tuvieron que irse exiliados y fueron de esas memorias erradicadas. Pocos conocen que el personaje influyó mucho en Humberto Matura- na, Francisco Varela. Juan Carlos Martinoya fue uno de los antecedentes de este campo de ideas brillantes de Maturana y Varela- dice Rivera. Este año, la 13° versión de la Bienal de Artes Mediales lleva por nombre Temblor y estará de- dicada a los fenómenos de la naturaleza y sus repercusiones simbólicas, indagando en las posi- bilidades que entrega el cruce entre arte, ciencia y tecnología. Parte de su contenido y actividades involucran rescatar historias como la de Marti- noya, que ya fue expuesta en la edición de 2013 de la Bienal, con la reconstrucción del aparato que crearon junto a Naúm Joel, el “abstractos- copio cromático”: “Una máquina que se usaba para provocar estímulos en la percepción de ob- servadores y luego analizarlos. Era una máquina que proyectaba colores y luces que la inventa- ron para fines científicos, pero cuando se die- ron cuenta de que estos colores generaban una composición estética lo presentaban en galerías y museos. Por ejemplo, trabajaron con Carmen Waugh en la galería que tenía en el centro, hicie- ron una exposición ahí. Lo llamaban el alucinos- copio o el robot que pintaba abstracto. Había un juego lúdico de la ciencia con el arte y cómo estas posibilidades científicas también se podían instalar en el campo del arte”, explica Rivera. Estos objetos, explica Rivera, son parte de la his- toria del arte en Chile tanto como un cuadro de Roberto Matta. -Detectamos que hasta el ‘73 había mucha in- terdisciplinariedad que era muy deseada, que se daba muy naturalmente, y después del golpe eso se elimina, se retrae. Cualquier interdiscipli- nariedad podía ser vista como algo degenerado. Y lo que nos ha tocado a nosotros es ir reco- nociendo lo que pasaba antes para reconectar a esta generación con una historia que no estaba escrita y que no ha sido analizada en general por la historia del arte. La idea es cómo en una Bie- nal generas las condiciones no para quedarnos en la nostalgia del pasado, sino cómo se provo- ca que esto ocurra ahora. Y eso es a partir de la construcción de laboratorios de investigación, de producción. Para eso necesitas que existan políticas culturales, que en el Consejo de la Cul- tura, próximo ministerio, se instale en alguna de sus políticas la relación arte y ciencia, que no existe, no se reconoce la relación. O en el futuro ministerio de Ciencia y Tecnología; o cómo se interrelacionan ambos ministerios. ¿De qué manera la Bienal de Artes Mediales se relaciona con una institución como la Universidad de Chile? -Se relaciona primero con una cuestión científica y técnica, y que es que la U. de Chile tiene el Centro Sismológico Nacio- nal, donde una de sus respon- sabilidades es medir el latido de los temblores constantemente. Entonces, para nosotros, por un lado tienen datos científicos y técnicos que complementan la investigación curatorial y, por otro lado, que no es científico ni técnico, se reconoce esta ne- cesidad de tratar filosófica, cul- tural, artísticamente el tema. Y ahí es donde nos encontramos, por ejemplo, con textos de Sonia Montecino o de Pablo Oyarzún, quien tradujo El Terremoto de Chile . Pero también se extraña que no se haya tratado el tema por ejemplo desde las escuelas de arte con más fuerza, o la responsabilidad del periodismo en cómo se trata el tema de los terre- motos o las situaciones de desastre y catástrofe en los medios de comunicación; cuál es el nivel ético que marca la misma Universidad en la formación de sus periodistas. Se entiende que no hay po- sibilidad de que el sistema de los medios de co- municación se autorregule, sino que tienen que venir los mismos periodistas con esa carga ética ya incorporada cuando entren a la televisión o las radios, donde tratan el tema de los terremotos como una especie de fotogenia del desastre que atrae la morbosidad. Y ahí es donde la relación “La relación entre una bienal –cualquier bienal- y una universidad tan importante como la Chile tiene que ver con eso, más allá de la organización de encuentros en con- junto, de la constitución de publica- ciones; esos son sólo dispositivos que sirven para profundizar algo que es mucho más matriz y es cómo se tratan estos temas a largo plazo”. P.25 Nº7 2017 / P.P.

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