El mercurio : un discurso sobre la cultura 1958-1980

28 tiene aceptación en el discurso como agente cultural.^ Por^ otra parte, este discurso ferviente en defensa de la Universidad, partió en 1968 renunciando a ella puesto que "la investiga ción superior" no puede verse amenazada por conflictos universi­ tarios que entorpecen sü labor. Aquí "El Mercurio" declaraba que "difícilmente podrá llevarse a cabo la dirección de una política científica por las Universidades", puesto que "la actividad cien tífica se sitóa en otro plano que el de la inquietud política so cial'que afecta actualmente a las Universidades", y de este modo es lógico "... que sea el Estado mismo, a través de una organiza ción específica, el que promueva el desarrollo científicá.! del país mediante contratos con instituciones universitarias o gru­ pos de investigación especiales" (diciembre 3 de 1968). Y esto es justamente lo que el discurso, en líneas más arriba, no acep­ ta ya en 1969. Esta ambigüedad puede ser reflejo de las trans - formaciones profundas que están ocurriendo en todos los campos de la vida nacional. Y "El Mercurio" busca la manera de defen - der un pensamiento que constituye casi una línea ét'ica, puesto que "sólo en la ciencia puede encontrarse la emancipación inte - lectual del país, pues la ignorancia está forzada a ser imitado­ ra". (Diciembre'. 3 de 1968) Posiblemente debido a lo anterior que "El Mercurio" pueda acep - tar en determinados momentos que, a fin de que la actividad cien tífica no muera, el Estado promueva una política para rescatarla e incentivarla, lo cual no significa, obviamente, que las univer sidades dejen de constituirse en las instituciones fundamentales del conocimiento y la cultura en esta concepción cultural que ana lizamos. Es consustancial a las universidades la investigación científica, la generación de cultura y conocimiento y la consagración de ellos, el papel difusor y de extensión cultural, por sobre todas las contingencias que puedan desvirtuarla. El flagelo de la política y el movimiento de la Reforma ha des­ virtuado a las universidades, polarizando las concepciones y as­ piraciones. Pero, no sólo a las universidades ha llegado la po­ litización. El campo cultural entero ha sufrido sus efectos: el arte, la ciencia, la religión, el cine, se han visto contami­ nados por este flagelo. "El Mercurio" advierte los peligros de ello y, progresivamente, va derivando hacia un discurso muy com­ bativo y polarizado que va a terminar en su punto máximo en los años del gobierno popular, como veremos en el discurso de 1971.

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