El mercurio : un discurso sobre la cultura 1958-1980
16 Aquí ya presenciamos- una c-ierta ampliación del- espectro de expre siones culturales, si comparamos el discurso anterior, y una cierta "democratización” de la cultura que deberá hacerse exten siva al "pueblo" y a las "qrandes masas". También presenciamos una participación creciente del Estado en ^ la promoción y desarrollo del campo cultural, A la vez, él dis curso valoriza su papel como agente fundamental de este campo. Sin embargo, esto no deja de ser peligroso desde el punto de vis ta de la libertad inherente a toda labor cultural, Ppr ello, el Estado debe poner sólo—su impulso y no avanzar más---allá de él. "Si dentro de este conjunto de propósitos encomiables hay alguno superior a los otros, es la afirmación del respeto absoluto de la libertad cultural y de la fun ción del Estado .como animador, .exento del afán de in fluir en la orientación final". (Junio 25 de 1965) con el fin de lograr este objetivo, el espectro de instituciones debe ser amplio y este Consejo debe agrupar también a las Acade mias del país agrupadas en el Instituto de Chile (de carácter universitario), puesto que: "... la legislación respectiva confía responsabilida des valiosas en el campo de las actividades cultura - les. La difusión del pensamiento y del arte no puede ser ni tarea meramente oficial ni actividad aislada y falta de unidad e ímpetu. Es indispensable que a ella confluyan todos los que alguna posición ocupan y algu na labob desempeñan en este campo. Las Academias, formadas por elementos selectos y de probada capacidad, serían factores valiosos en la cruzada que acaba de emprenderse". (Julio 15 de 1965) El sistema.de agentes culturales ha incorporado al Estado, como 'impulsor" solamente, junto a los-.académicos que deben su legiti midad a su carácter universitario. El Estado constituye ahora un agente cultural explícito, pero con la salvedad de que su ges tión sea de apoyo y no de intervención.
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