El mercurio : un discurso sobre la cultura 1958-1980

9 a su comunicación espiritual con el resto del orbe y a enajenarle l'a libre adquisición de las manifestado nes y progresós que en 'ese orden están .hoy produciéndo ¿e cdn' más viqor' qué nunca en los grandes focos de la civilización' decidentaT1rT (Julio 28 de 1962) El, "alma, chilena", e-1 "espíritu nacional", son calificativos re­ currentes del discurso y aglutinan sin distinción los distintos sectores de clases» Existe a nivel nacional una apetencia de cultura, una necesidad-continua de "realidades superiores"» '■Es­ tos aspectos van a caracterizar permanentemente a este diseur so, Por un lado se establece un discurso sin distinci'ón de cla­ se, un "alma chilena" que apetece, paradójicamente', "realidades superiores" del espíritu» Por otro lado, el calificativo "supe­ rior" nos introduce ya en una valorización de un determinado ti­ po de cultura que se -irá configurando a lo largo del discurso his tórico de "El Mercurio". También resalta en el párrafo que hemos precedido ,una fuerte va­ lorización cultural nacional, en comparación con otros países la tinos» Una especie de "chauvinismo" cultural que entrará en con tradicción permanentemente cuando los datos o las denuncias nos muestran un país con una profunda crisis educacional» En efecto, este país que se constituye en un centro cultural de la mayor im portancia continental, entra en crisis en un aspecto fundamental de su cultura: la educación; ámbito que contrasta fuertemente con aquellas continuas defensas y ensalzamientos del espíritu na cional ávido de cultura» ¿Pero bien, qué ha pasado en este ámbito o campo? Las editoriales son enfáticas en señalar que existe un atraso edu cativo nacional considerable respecto a Occidente. Y esto hace que discursivamente se empiece a valorar fuertemente la introduc­ ción de la técnica en la enseñanza hasta el'punto que algunas editoriales proponen abiertamente cambiar el acento en la educa - ción: primacía de la técnica sobre la cultura humanística que ha caracterizado el campo educativo nacional hasta ahora» Aquí encontramos diversas posiciones editoriales: algunas abier­ tamente humanistas, otras abiertamente en favor de la técnica, otras más eclécticas» El discurso no es coherente y refleja su ambigüedad, y 'para ello da cabida a las más variadas y discrepan­ tes posiciones» El desarrollo tecnológico—industrial introduce la preocupación por la técnica en los planes educativos» Y ello no puede dejar de desconocerlo "El Mercurio". Sin embargo, el

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