Planificacion y evaluacion para los aprendizajes en educación infantil desde un enfoque de derechos

75 unos por sobre otros, en desmedro de aquellos que son propios de algunos niños/as y no de todos o bien aquellos emergentes tan relevantes como los otros seleccionados y priorizados. Entendiendoqueanivelmundial existeundebateepistemológico y, además político, en relación con el concepto y la utilización indiscriminada de competencia (Angulo 2011), no habiendo consenso respecto de este concepto (Boon y van der Klink 2002). Por tanto, en este breve párrafo solo haremos una llamada al cuestionamiento de su uso en educación infantil, teniendo presente que actualmente en diversos referentes curriculares lo que se espera que aprendan los niños y niñas está planteado como competencias (Uruguay, Nicaragua, República Dominicana). Otros como México lo denominan Aprendizajes Claves y otros plantean objetivos como Paraguay y Chile. En primera instancia es necesario revisar el concepto: “El vocablo competencias tal como se lo usa tiene más que ver con el inglés competence que con el vocablo español competencia cuya primera acepción consigna el Diccionario de la Lengua Española como: ‘Disputa o contienda entre dos o más sujetos sobre alguna cosa’ y como segunda: ‘Oposición o rivalidad entre dos o más que aspiran a obtener la misma cosa’, y solo en la cuarta acepción aparece ‘Aptitud o idoneidad’ que es el significado que se echa a jugar al hablar de competencias como se lo emplea en estos días” (González y Ortiz 2001: 229). A modo de ejemplo, Perrenoud (en Sacristán 2008) afirma que competencia representa la capacidad de movilizar varios recursos cognitivos. En este caso sabemos que en la educación infantil, desde los años de Decroly, se ha propiciado la educación y práctica integrada de manera globalizada o llamada también integrada, por tanto, es un enfoque reduccionista pretender solo movilizar recursos de tipo cognitivos. El planteamiento de los objetivos responde a una concepción del estudiante, en nuestro caso de los niños y niñas. Un objetivo es “una aspiración que se plantea como deseable y positiva y que orienta la conducción de todo el proceso que implica la enseñanza y el aprendizaje, entre ellos la orientación metodológica, los recursos y la evaluación” (Peralta 2017: 70). A través del paso de los años han existido diferentes tipos de formulaciones de acuerdo con concepciones o paradigmas (conductistas, constructivistas y

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