Planificacion y evaluacion para los aprendizajes en educación infantil desde un enfoque de derechos

68 tener atención y cuidado ante las formas de invitar al bebé y solicitar el permiso para esta instancia, las formas de levantarlo desde la cuna, suelo o mudador, favoreciendo el bienestar físico y emocional, cómo se sostiene o carga o da vuelta a los pequeños en este momento, cuidando la sutileza de los movimientos, así como el respeto a las acciones e iniciativas de los niños y niñas y las necesidades que, como adultos, deseamos satisfacer para su bien. Es preciso al respecto revisar los tiempos para poder hacer de este unmomento grato y rico en relaciones y aprendizajes. Sin embargo, “a menudo las personas adultas tenemos mucha prisa por acabar todo cuanto antes, y no somos conscientes de la importancia que tiene hacer las cosas dedicando el tiempo que requieren” (Hoyuelos et al. 2012: 25). El cambio de pañal aporta una relación íntima y respetuosa al conocimiento de su cuerpo, favorece la autonomía, su corporalidad y muchos otros aprendizajes, por lo que puede ser tan o más relevante que una experiencia planificada con novedosos materiales o estrategias innovadoras (Manhey 2016). La hora de la comida . Por ejemplo, en el caso de los bebés, no hacer de ello algo mecánico, sino una instancia de aprendizajes. Al respecto también reflexionar en conjunto en función de sus necesidades de aprendizaje. Por ejemplo, de apego, de comunicación, hablándoles de lo que están comiendo. Así en la comida, los niños mayores de dos años pueden realizar acciones por sí mismos, tales como elegir dónde sentarse y con quién, colaborar en poner la mesa, repartir individuales u otras tareas, planteando objetivos diversos e intención pedagógica al respecto (Manhey 2016). Gaby come su comida diciendo “solita solita”, el adulto la felicita y le dice “¿te gusta?, tiene papa, carne y zanahorias”.

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