Planificacion y evaluacion para los aprendizajes en educación infantil desde un enfoque de derechos

58 realizar las experiencias de aprendizaje, puesto que permiten evitar la improvisación y decidir objetivos relevantes para el aprendizaje. Es una “ayuda al pensamiento estratégico del enseñante, una sospecha inteligente de hacia dónde pueden ir las cosas” (Bassedas 2013: 127). Al decir “ayuda” se explica que la planificación debe ser flexible de acuerdo con el contexto y la realidad, donde habrá que tomar un conjunto de decisiones: algunas se mantendrán y otras variarán de acuerdo con lo previsto. La planificación un aspecto fundamental dentro de la práctica pedagógica, cumple un rol trascendente, dado que es el instrumento que permite anticipar y finalmente concretar en experiencias de aprendizajes los imaginarios de los(as) educadores(as). De allí su responsabilidad. Coherente con ello, se deben planificar experiencias de aprendizaje variadas, desafiantes y que provoquen bienestar en los niños y niñas. Estas deben estar alejadas de la sobre estimulación, porque ello podría provocar inseguridad al niño(a), ya que se dará cuenta de que no es capaz de efectuar lo que le están solicitando. Es importante hacer alusión al término estimulación temprana , el que ha sido definido de diferentes formas y que nació, principalmente, como un esfuerzo para lograr un tratamiento oportuno para los niños y las niñas con alteraciones biológicas. Desde esta concepción, la estimulación temprana consiste en tratar, a través de técnicas y/o ejercicios, a pequeños con trastorno en su desarrollo. Como señala Melograno: “cualquier programa de estimulación verdaderamente científico no solo debe considerar la acción sobre el componente sensorio-perceptual, cognoscitivo, afectivo y motor, sino también lo socioemocional, lo estético, la formación de hábitos […] entre otros aspectos” (2010: 33). Muchos autores (Shavelson y Stern 1981, Pérez Gómez 1983, Bassedas, Huguet y Solé 2013) coinciden en describir una fase previa a la enseñanza o preactiva, como señalóP. Jackson en los años 70, la que se caracteriza por la preparación de lo que se desarrollará posteriormente en el aula. La planificación, por lo tanto, constituye el sello de la acción docente, la que dota de profesionalismo la actividad en la educación dirigida a los niños y niñas y propicia dar respuesta al reto de la Escuela Infantil (como dice Zabalza). Esto que se reafirma en la idea de que la programación, como él la llama, permite “fortalecer la posición de la escuela infantil en la

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