Planificacion y evaluacion para los aprendizajes en educación infantil desde un enfoque de derechos
234 cuando se trata de bebés) entre los que participan del proceso de enseñanza y aprendizaje (Manhey 2009). Como marco de referencia legal, está la Declaración de Ginebra de 1924 sobre los Derechos del Niño, la Declaración de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU 1948) y en la Declaración de los Derechos del Niño adoptada por la Asamblea General de la ONU, el 20 de noviembre de 1959, además de la Convención de los Derechos del Niño (1989). Al referirnos a aprendizaje integral, estaremos dando cuenta de que se favorezca la incorporación de saberes, del saber hacer y el desarrollo de la persona en todos los núcleos de aprendizaje , de manera equilibrada, sin descuidar ninguno, es decir, favorecer el aprendizaje de la autonomía, la identidad, convivencia, lenguaje verbal, lenguaje artístico, conocimiento de los grupos humanos, los seres vivos y el desarrollo del pensamiento lógico matemático. De acuerdo con Zabala (1996), hay dos tipos de análisis que se han de incorporar como mínimo en la evaluación: -El análisis del funcionamiento del grupo en su conjunto. Esta consideración tiene que ver con el desarrollo del programa o proyecto educativo, con el funcionamiento de los dispositivos montados (espacios, materiales, experiencias) y con la actuación del propio docente. -El análisis del progreso individual de cada niño(a). Pese a las limitaciones que impone el tiempo disponible y la cantidad de niños y niñas que se han de atender, parece fundamental ir haciendo un seguimiento individualizado de cada alumno(a), (aunque sea mediante constataciones periódicas). Esto último permite reconocer y valorar la diversidad en los niños y niñas. Educar en la diversidad no quiere decir desarrollar adaptaciones curriculares para “niños especiales”. Hoy se debiera hablar de un currículo flexible, en el que tienen cabida todos los niños y niñas. Por tanto, las prácticas pedagógicas (y la evaluación) debieran serlo también, para lo cual es necesario revisar los diferentes componentes curriculares. Es así como algunas estrategias que se podrían llevar a cabo desde la evaluación con un enfoque en la diversidad podrían ser: -Diagnosticar a los grupos de niños y niñas o estudiantes en torno a sus características, necesidades, intereses y fortalezas.
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