Planificacion y evaluacion para los aprendizajes en educación infantil desde un enfoque de derechos

170 2.11.2. Método de proyectos A menudo damos a los niños respuestas que recordar en lugar de problemas a resolver. Roger Lewin Encoherencia con loexpresadoanteriormente, recordaremos los proyectos.Estos se inspiranenunaperspectiva socioconstructivista, donde el aprendizaje debe ser situado, es decir, que el contexto en el que una persona aprende tiene un papel fundamental en aquello que aprende” (Hernández y Ventura 2008). Estaestrategiaesmuyantigua, se fundaenel pensamientodeJohn Dewey, durante la primera mitad del siglo XX, quien fue parte de la “Escuela Nueva” que partiera en Ginebra en el año 1925 y donde él hizo un énfasis en los métodos de enseñanza globalizados expuestos anteriormente (Trilla 2014). Posteriormente concreta sus ideas el estadounidense William Kilpatrick (1918), quien manifestaba que el niño o niña no aprenden de un modo fragmentado, sino globalmente y a partir de las situaciones de la vida que le suceden en su cotidianeidad, insistiendo en la importancia de que lo que se enseña, debe ser atractivo y tener utilidad a quien aprende (Sarceda Gorgoso et al. 2016). La integralidad ha sido planteada desde los comienzos de la educación infantil a través de sus precursores: Comenius (1657), Pestalozzi (1746), Fröebel (1787) y Montessori (1870), por nombrar algunos. Haciendo alusión a lo que señaló Pestalozzi hace más de tres siglos (que debiese seguir presente), se plantea que debiera haber una conexión permanente entre mente, mano y corazón, favoreciendo así personas integrales que logren desarrollar sus capacidades para su transformación personal y social. Este principio resulta muy contingente y de gran valor, especialmente cuando se observa en los centros educativos la priorización de un enfoque academicista en que: “Existe un exceso de información que los niños no logran procesar o, en su defecto, se acelera el proceso en que los niños de 3 o 4 años aprendan a leer, escribir, sumar, restar, con el pretexto de aprovechar sus potencialidades, nada más nocivo para su desarrollo pues se debe respetar los ritmos y estilos de aprendizaje que responden a factores internos y externos” (Villarroel 2012: 86). El origen de los proyectos surge del cuestionamiento que existía entre los centros educativos y la realidad e intereses de los estudiantes “con contenidos escolares centrados exclusivamente

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=