Planificacion y evaluacion para los aprendizajes en educación infantil desde un enfoque de derechos

140 una auténtica pedagogía del juego” (2010: 180). Por otra parte, y fundamental, es permitir que los niños y niñas jueguen libremente y no presentarles un juego desde la mirada del adulto. El juego principalmente debe ser libre y espontáneo. Ello es tan relevante como la actividad más seria del adulto, como una investigación científica, el arte, la mística (Tonucci 2012) o cualquier tarea de nuestra sociedad. La necesidad de aprendizaje en base al juego responde claramente a los estilos de trabajo que se presentan con mayor frecuencia en primera infancia. Según el estudio realizado por Valero Rodríguez (2007), compara globalmente la estructura de las inteligencias múltiples de los niños y niñas en educación infantil con los de primer ciclo de educación primaria, y da cuenta que en la primera infancia existe un estilo de trabajo denominado “estilo alegre/juguetón” (2007: 397), que se correlaciona con el aprendizaje a través del juego, lo que implica un abordaje específico de las experiencias. Los educadores debieran saber la variedad de tipos de juegos y cuándo estos se dan, así por ejemplo dentro de los dos primeros años de vida, los niños y niñas desarrollan el llamado juego funcional o de acción donde aún no representan, ni ha aparecido, el juego simbólico . “Durante los primeros nueve meses de vida, el niño pasa parte de su tiempo explorando placenteramente su cuerpo [...] así como también el cuerpo de su madre. En torno a los nueve meses incorpora en su actividad de juego distintas acciones con los objetos, como lanzarlos o buscarlos. Hacia los 24 meses, las formas que adopta el juego aumentan gracias a que el niño adquiere mayores posibilidades de desplazarse de modo independiente en el espacio” (Martínez enMoreno 2002: 33). De esta manera, aparecen las primeras manifestaciones, aunque no sean estrictamente casos puros de juegos de construcción en el período sensoriomotor, por carecer el niño en esta etapa de la capacidad representativa. Este juego gana en complejidad en los años siguientes. Así, lo lúdico podría oscilar desde apilar un par de cubos hasta llegar a formas más complejas, como la elaboración de un puzzle con gran cantidad de piezas (Moreno 2002). Hacia los dos años aproximadamente, aparece el llamado juego simbólico , representacional o juego de roles , lo que corresponde al estadio preoperacional . Se constituye en la actividad más frecuente

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=