Planificacion y evaluacion para los aprendizajes en educación infantil desde un enfoque de derechos

135 2.8.10. Experiencias basadas en el juego Jugar significa recordar cada vez un trocito del mundo: un trocito que comprenderá, un amigo, objetos, normas, un espacio a ocupar, un tiempo a administrar, riesgos que correr. Ningún adulto podrá prever ni medir la cantidad de aprendizajes de un niño que juega. F. Tonucci El juego es uno de los derechos de los niños y niñas, así lo señala UNICEF: “El niño tiene derecho al esparcimiento, al juego y a participar en las actividades artísticas y culturales” (1989: 16). Antropólogos y filósofos han presentado la hipótesis de que el juego precede y funda la cultura, afirmando que es base para el desarrollo individual de cada mujer y cada hombre (Tonucci 2012: 111). Habitualmente se le relaciona con la infancia, sin embargo, está presente a lo largo de la vida de las personas. A partir de una perspectiva histórica, desde comienzos de la pedagogía se ha considerado el juego. Es así como Comenius (1592-1670) consideraba necesario ejercitar y desarrollar tanto el lenguaje como la percepción. Rousseau (1712-1778) proponía intervenir lo menos posible (desde una enseñanza autoactiva e intuitiva) considerando, como tantos otros, la importante influencia que la experiencia sensitiva adquirida durante los primeros años tenía en el desarrollo posterior del niño. Pestalozzi (1746-1827) daba especial importancia a los trabajos manuales así como a la utilización de los sentidos, guiar al niño para que aprendiera a través de la observación y la práctica. Froebel (1782-1852) llegó a crear un programa de educación sensorial al considerar la sensación y la percepción como básicas y esenciales, él fue uno de los primeros en señalar el “juego- trabajo”. Posteriormente, las hermanas Agazzi (Rosa, 1886-1951 y Carolina, 1870-1945) también creían que el niño enriquecía sus vivencias experimentando por medio del juego, aprovechando objetos que les llamaran la atención. Montessori (1870-1952) creó materiales para ejercitar los sentidos y la percepción, siguiendo a autores que hacían hincapié en la capacidad innata del niño de desarrollarse en el medio, considerando la necesidad de una relación integral del niño con el medio ambiente y en libertad. Decroly (1871-1932) nos aportó su “pedagogía del interés”, considerando que la acción pedagógica debía partir del poner en contacto al niño con algo de su interés, de manera que permitiera la observación, la asociación y la expresión. Freinet (1896 - 1966)

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