Planificacion y evaluacion para los aprendizajes en educación infantil desde un enfoque de derechos
120 2.8.8. Experiencias que favorezcan la educación sustentable (o sostenible) Si deseamos que los adultos en la próxima generación respeten a la naturaleza y cuiden el planeta, es importante incluir ahora en los programas de educación inicial, el estudio de la naturaleza y la interdependencia entre los seres humanos y el medio ambiente. Todo lo que se vive, se practica y se siente con intensidad en los primeros años del desarrollo humano perdura por el resto de la vida. Vital Didonet El Desarrollo Sustentable o Sostenible como concepto surge en las Naciones Unidas en el informe de la Comisión Brundtland del año 1987, definido como “el desarrollo que satisface las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer sus propias necesidades” (ONU 1987: 67). Esto fue elaborado por distintas naciones, lo cual hace referencia al desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades. Además de ello, la Educación Sustentable (EDS) nació dada las emergencias ambientales que en las últimas décadas ha presentado el planeta, siendo ello algo insostenible y que tiene en peligro el futuro de la humanidad. Por lo expuesto, este tipo de experiencias no podemos dejarlas fuera, ya que va directamente relacionada con la firma de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (CDN). Ya en el año 1997 en el reporte de la UNESCO “Educando para un futuro sostenible” se señaló: “la educación es la mejor esperanza y el medio más efectivo en la búsqueda de la humanidad para alcanzar un desarrollo sostenible” (UNESCO 2009: 5). De esta manera, en todos los niveles educativos debe intencionarse y “especialmente en la primera infancia donde se sientan las bases tanto cognitivas, afectivas, sociales, éticas y políticas que conduzcan a los niños y niñas ejerciendo una ciudadanía ambiental, que fomente la sustentabilidad y con ello la permanencia de la vida” (Cádad 2013: 117) y, en tal sentido, la educación formal es una excelente y necesaria instancia para hacerlo. Como ha señalado Anthony Lake, los derechos del niño y su bienestar son esenciales para fortalecer sus capacidades y para alcanzar su potencial como ciudadanos productivos, comprometidos y capaces, que contribuyan plenamente a sus familias y las sociedades: “Los niños representan aproximadamente un tercio de la población mundial y
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