Planificacion y evaluacion para los aprendizajes en educación infantil desde un enfoque de derechos

107 y las señales fisiológicas indican que son desdichados. Alison Gopnik manifiesta que es uno de los resultados de investigaciones más tristes (2010) que conoce, puesto que a muy temprana edad aprendieron a reprimirse. El tercer tipo de apego es el que tienen los niños y niñas inseguros-ambivalentes, siendo aquellos que lloran frecuentemente, incluso cuando estaban en brazos de sus madres. Así señala Gopnik: “Es más probable que las madres que responden rápidamente a las señales del bebé -que vuelven junto a los bebés después de haberse marchado y los consuelan cuando están tristes- tengan niños(as) seguros. Es más probable que las madres que no reaccionan con consuelo cuando los bebés están angustiados tengan bebés evasivos. Es más probable que las madres que expresan mucha angustia ellas mismas tengan bebés ansiosos” (Gopnik 2019: 201). Si transferimos esto a los y las educadoras y adultos que cuidan a los bebés, niños y niñas en los centros educativos, podemos ver seguramente resultados similares. He ahí la relevancia de dicha preocupación por parte de los agentes educativos. Finalmente, es importante señalar que no solo son las personas las que son significativas para los niños y niñas. A veces son objetos los que les producen seguridad. Tal es el llamado “objeto de apego” u “objeto transicional”, acuñado por primera vez por el pediatra y psicoanalista inglés Donald Winnicott (1998), siendo un objeto que le permite transitar desde la dependencia a la independencia. Los niños y niñas le tienen mucho cariño y por ende tienen una relación estrecha, generalmente son los llamados “tutos” (sabanitas o pañales de tela que llevan con ellos), un muñeco de peluche, una almohadita pequeña, u otro objeto que usan generalmente para dormir y los relaja o tranquiliza cuando están tristes. Con respecto a lo que se planifica algunas sugerencias: -Propiciar que el adulto educador más significativo invite a los bebés y niños(as) a desarrollar algunas experiencias. -Solicitar a un familiar que entregue algún “objeto de transición” (“tuto”, pañito, juguete, muñeco) y que pueda traerlo consigo en el centro educativo, si así lo necesita. -Tener algún lugar al alcance y a la vista de todos con objetos traídos de la casa, de manera que los puedan sacar cuando lo deseen y poco a poco compartir con los demás.

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