El testimonio : 1972-1982 : (transformaciones en el sistema literario)
45 zo los aspectos históricos empíricos del registro sobre los as pectos técnicos de la representación lingüística imaginaria. Se trata de contar una experiencia histórica conmovedora, extraor dinaria aunque común en el sentido que afecta a toda la socie - dad, y hay urgente necesidad de hacerlo mientras existe la pleni tud de la memoria de la experiencia. En segundo lugar, se constata que — y esta es la "mecánica" del testimonio que se pone en marcha— - la escritura de esas repre sentaciones es asumida por los mismos actores que protagonizan y viven factualmente los acontecimientos, operándose una suerte de sui generis democratización del agente productor literario. Atendiendo al primer elemento, el de la representación, encon tramos que el sujeto del testimonio aparece de una manera dual. Por un lado, en la primera etapa de producción, y en el corpus correspondiente, encontramos un sujeto social homogenizado por una perspectiva y "visión del mundo" clasista de origen prole tario. Los textos son escritos por marxistas, y es la ideolo gía materialista dialéctica la que organiza ios textos y les da su unidad. La sociedad y los acontecimientos son analizados desde esta visión. En esta la única representación que se ins taura como la absoluta representación de la sociedad chilena so bre los acontecimientos del golpe de estado de 1973 y sus inme diatas consecuencias sobre la sociedad y los diversos sectores oprimidos. Incluso, desde esta perspectiva, la D.C, aparece co mo un enemigo social absolutamente antagónico y asociado hasta a la práctica de la tortura.(31). En el nivel de la producción literaria que entregó la sociedad, es ésta la única representa ción existente, válida y vigente. Así oper 3 en la realidad del sistema literario, así se instaura historieo-literariamente, y así operó también en la conciencia mundial. Si bien existió pu blicaciones de signo contraríe como el Libio Blanco, o un libro firmado por el general August j Pinochet, estos no constituyen testimonios sino textos propagandísticos oficiales que carecen de verdad histórica aunque i; tenten fundar- un discurso oficia lista de justificación de la intervención militar sobre el es tado . En la segunda etapa, es hegemónica la representación a partir de la ideología cristiana, tal como la realiza políticamente la Democracia Cristiana. Si bien en este corpus encontramos perspectivas heterogéneas con la hegemónica en los textos, en todos los casos aparecen snbsumidas en un ideologema que esta blece a la ideología conciíiacionista cristiana como dominan-
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