El testimonio : 1972-1982 : (transformaciones en el sistema literario)

35 identificar, y en términos más profundos y globales difunde una concepción de la historia. Claudio Orrego, co-autor aunque no co-narrador, logró rescatar al texto de la pasividad e insertar lo políticamente en su contexto histórico. Como testimonio, és te se postula entonces como un texto que es capaz de ejercer una actividad en el seno de la sociedad; está dirigido a los chile­ nos, y les invita a reflexionar, y anhela una transformación: "que cada cual desarrolle el convencimiento que episodios como éste no pueaen volver a repetirse nunca más en la historia de Chile". Pero la alternativa transformadora que propone, está limitada por la misma concepción de la historia y el modelo de sociedad que supone, y por la mediación de una ética idealista en la aprehensión de los conflictos. Lo que se busca en últi­ ma instancia, no es la transformación global de la sociedad,por que la comprensión de los problemas que Ja aquejan no es estruc tural, y porque adopta una actitud ocultante de los verdaderos conflictos de clase que están en juego. Lo que se anhela es u na reforma, en el nivel de los procedimientos y de aspectos se cundarios de la acción social. Por ello, como obra de arte ac tiva, su actividad está limitada como diría Lukacs por la visión del mundo — de la historia— de la cual es portadora como sis­ tema de signos sociales (25). Las modificaciones que aspira se dan únicamente al nivel de la práctica jurídica. Finalmente, tenemos que entender que en el contexto de su co­ yuntura nacional e internacional, esta obra es coherente con lo que postula. Nos encontramos en 1979 en un momento histórico nacional en que se genera un proceso de institucionalización. Internacionalmente el gobierno imperialista de James Cárter pre_ siona a los gobiernos de nuestros países por abrir vías demo - oráticas en América Latina. La Democracia Cristiana chilena ad hiere a la táctica y estrategia de la política de derechos hu­ manos y de las democracias viables, creyendo aún en ese ins­ tante ser una alternativa real y posible para el recambio p o M tico nacional. Al agitar el caso Letelier, y agitarlo desde la perspectiva histórica que este testimonio lo hace, y sien­ do portador de la ideología que porta, se transforma en una o- bra orgánica de una alternativa coyuntural. Como representa - ción del momento histórico que representa, logra un nivel de signo total capaz de codificar en toda su dimensión las tenden cías protagónicas en ese momento. Por su densidad simbólica, por la capacidad para resolver mul_ tidimensionalmente un relato difícil de un hecho complejo en su información, por la acertada composición en la sintaxis de los heterogéneos materiales textuales lingüísticos y visuales que

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