El testimonio : 1972-1982 : (transformaciones en el sistema literario)
28 genero, mas allá de sus intenciones originales, y realiza de un modo completo el modelo estético del testimonio. Si en el caso de Te^as Verdes nos encontramos con un texto que original men+e peí so ser documento jurídico internacional y optó por e.í. tenderse a su forma final de "novela", en este caso nos encon tramos con ur exto que no abanuona su proyecto inicial de de claración pública de información y denuncia, pero que intrínse camente se trasciende en su naturaleza. CONCLUSIONES Nos encontramos en esta etapa con una abundante producción que no va acompañada de una reflexión teórica ni crítica suficiente, ni de una conciencia literaria soore lo que se produce, lo cual no implica que no se haya alcanzado un alto nivel de escritura testimonial. Aunque existió en la última fase del período an terior esta conciencia, ella no resultó operante sino que se per dió en el proceso literario naoionai, Los testimonios de esta fracción del corpus del período, son mayoritariamente escritos por agentes literarios no profesio nales — lo cual conlleva una accidental y particularizada "de mocratización" en el proceso de escritura, aunque propia del género— , y van desde la denuncia lega] a la elaboración lite raria, estableciendo un discurso de reproducción — "producti va" -- simbólica de los acontecimientos históricos que con movieron nuestra sociedad. Estos textos tienden tenazmente a conr'pnt-^se en la semántica del golpe. Son escritos con _:aa o^ectiva de clase, y desde esa conciencia establecen valoraciones sobre los hechos además de reproducirlos, es decir, se hacen productores de sentido so cial. Fijan un conjunto de valores que muestran la ideología proletaria en la práctica al interior de prisiones y campos de concentración, lo cual no pu^de confundirle con una "sub-cultu ra" carcelaria. Además muestran intentos de reactivación so^- cial inmediata, en una práctica de resistencia a la dominación militar. La solidaridad, y las valoraciones dei^cuerpo produc to de torturas y condiciones violentas de vida física, son rei_ teradas. Asimismo, vemos surgir en este discurso una cultura de emergencia propia de la vida de este tipo de prisioneros,que por un lado tiende a reproducir materiales ya fijos y estable cidos por la práctica artístico—cul c.ural del periodo anterior,
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