Revistas y espacio comunicativo

2 de su aprehensión social colectiva, permanecen como proposi ciones abiertas. Mediante su formulación discursiva p ú b l i ­ ca y su tratamiento como noticias, estos acontecimientos son llenados de un significado que no proviene ne ce sa ri a ni ú n i ­ camente de ellos. En este sentido, los diarios informan, dan forma, establecen un saber y lo hacen comunicable para que pueda ser parte de un orden de funcionamiento social,de una capacidad aceptada para elegir medios y metas adecuados a la situación disponible. El medio radial y televisivo trabaja con elaboraciones se - cundarias. Constituyen su propio discurso a partir de gáne ros, estilos, lenguajes que tienen existencia fuera del m e ­ dio y son adaptados a éstos. La música, los tangos, los bo leros, el melodrama, etc., encuentran su raíz en expresiones que exceden el campo de la radio y la televisión. La m a t e ­ ria prima de estos aparatos comunicacionales no es, mayori- tariamente, el acontecimiento, sino sentidos y significados pertenecientes al orden de la cultura, reelaborados y o r de­ nados en función de su consumo masivo. Al detenernos a analizar cuál es el ámbito discursivo en que operan las revistas vernos que éste es heterogéneo y comple­ jo, aunque en su mayoría está constituido con materiales que aquí hemos denominado secundarios. Las revistas no constituyen, como la radio, un acompañamien­ to en la rutina diaria ni, como la televisión, un es pectácu­ lo accesible en el privado. Son actos de consumo a través de

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=