La industria cinematografica chilena : desafios y realidades

brabilidad, y los costos de producción que tiene la TV chilena son caros; entonces, limitan sus horas de producción. La gran ventaja es que todos los ingresos que tienen los han aprovechado para tener excelentes equipos y seguramente la TV chilena, dentro de América Latina, es la que está mejor organizada y mejor equipada; el nivel de imagen, la calidad de producción, está a la mejor altura y bastante superior al promedio latinoamericano. Acá se debe estar haciendo más o menos un porcentaje del 60 al 40%. Hay una serie de programas en vivo donde no sólo se tiene que incluirla programación musical, los especiales, si­ no que todo lo que es noticias. El departamento de noticias que tiene la TV chilena en su as­ pecto técnico es indudablemente de categoría, el volumen de dinero que gastan en camarógra­ fos y corresponsales al extranjero en general no ocurre en el resto de América Latina. Quisiera enfatizar una cosa: es fundamental que la ley por la cual trabajen todos los que es­ tán interesados en hacer progresar el cine chileno, la hagan pensando en la TV, pensando hacia el futuro, pensando en que junto con la TV se va a poder salir adelante con éxito. No creo que este país, con once millones de habitantes, tenga la posibilidad de hacer cine y olvidarse de la TV. Eso es una utopía total. El mercado internacional de la producción nacional en TV es difícil. Nosotros nos llena­ mos la boca a veces con el éxito que tienen las cosas chilenas afuera y no es tanto, más bien, es bien poco. Las telenovelas chilenas se venden en unos tres países países que prácticamente carecen de producción propia, o sea países muy pequeños- y se están vendiendo dentro del sistema de TV en español en EE.UU., que también tiene muy poca producción viva, y se dedican a mostrar a toda la inmensa población de habla hispana de los EE.UU. programas latinoamericanos. Esa es la salida; no es que la telenovela chilena haya conquistado el mercado de la telenovela lati­ noamericana. Nosotros no estamos al nivel de él, porque a los canales no les interesa. Los cana­ les chilenos producen telenovelas para el público chileno; si les entra algún dinero extra del extranjero, bienvenido, pero ellos no producen para ese mercado, y esto es una medida tomada a conciencia plena. Es tan importante la sintonía que le da a nuestros canales la telenovela chilena, que ellos se preocupan exclusivamente del público de acá. Las dificultades que ha tenido la telenovela chilena afuera, yo diría que en primer lugar radica en lo poco que se le entiende a los actores chilenos el diálogo: sencillamente no les entienden, entonces eso crea un problema bastante grande. Segundo, los libretistas, si bien Mayo Grau escribe para México y ahora está muy de moda, en general la tónica de la tele­ novela extranjera es mucho más masiva que la chilena, va mucho más directo; entonces, pes­ ca poco la telenovela chilena. La segunda parte que enfrentamos los distribuidores independientes es la pelea contra otros distribuidores que aseguran volumen a los canales de TV. En estos momentos, todavía en Amé­ rica Latina la TV es de los tres canales por país, entonces, es muy importante para cada canal que está compitiendo en el rating tener la telenovela del país que le da sintonía y continuidad. Ustedes ven lo que ocurre aquí en Chile: Canal 13 se asegura a TV Globo y pasa solamente la hora de novela brasileña; TVN se asegura la hora que le da México, y esto más o menos se pro­ yecta en el resto de América Latina. Entonces, llegar con una telenovela chilena cuando están estos dos monstruos al lado, no es fácil porque no hay continuidad en la calidad. En cuanto a la producción de otros géneros como el documental, volvemos al problema de América Latina, con una TV comercial que se guía exclusivamente por el rating. Entonces, frente a programar un documental y programar una telenovela mexicana, es muy difícil porque el gerente de programación no tiene dudas. En nuestra empresa tenemos a toda la TV independiente inglesa, que es seguramente uno de los países que mejor produce documentales. Tenemos excelentes documentales, y tenemos