La industria cinematografica chilena : desafios y realidades

$ 100.000 son para mí. No, no es así; hay entremedio un montón de gastos, y son los distri­ buidores los que tienen a veces que poner la plata o descontarla de la venta. Este distribuidor generalmente pone en películas chilenas, con la buena voluntad que siempre hemos tenido, digamos que un 20, un 25% de gastos de operación; entonces vamos en que llegamos a un 50% para ¡as películas y un 50% para el teatro; el teatro tiene todos sus gastos, gastos enor­ mes, gastos de cines antiguos, gastos de 1.300, 1.500 butacas que no es lo que se usa hoy, (hoy se usan cines de 500, 400 butacas, costos muy pequeños, con cosas muy modernas que abara­ tan todos los costos). Nosotros tenemos todos los teatros muy antiguos, muy viejos que nece­ sitan mucha reparación y mucho personal, costos altísimos, costos fijos, variables y los arrien­ dos de la sala. Generalmente en Chile nosotros arrendamos la sala, no son propias; en Argenti­ na se da el caso de que casi todos son dueños de su sala; nosotros no, las arrendamos y los arriendos de la sala son un 20%, un 22% de los netos recaudados, de los totales, digamos de los $ 2.685.000 en este caso. Así es como se nos van achicando las cuentas. Acá llegamos a lo que quedó para la película, que fueron S 1.342.000, y acá tiene el costo de lanzamiento que entre pitos y flautas (afiches, fotos, stand, fajas, prensa, radio, TV., etc.) llegamos casi a $ 1.800.000 de gastos. Entonces en esa primera semana no alcanzamos a cubrir los costos del lanzamiento solamente; no hemos tocado el asunto de producción, podemos salir incluso con una pérdida de cerca de $ 500.000. Naturalmente que ésta es una primera semana y es un ejemplo para que uno pueda seguir desarrollando semanas posteriores si la película gusta, si la crítica la apoya, si la censura ayuda. Muchas variables que generalmente no son muy afines con el resultado. Ustedes pueden seguir bajando en un 20, en un 30% cada semana, que es lo usual que vaya bajando la exhibición de una película. En este caso, las copias tendrían que estar entregadas; "El Sauce Llorón” tiene que ir con 2 copias. Una campaña de prensa modesta tranquilamente vale S 800.000, una campaña de prensa de película americana es un millón y medio, y con muy poca propaganda. Más o menos calcu­ lo que una producción vale 13 millones y medio de pesos; el lanzamiento como les había dicho anteriormente vale un millón y medio y llegamos a los S 15.000.000. Para recuperar los costos, necesitamos 176.000 espectadores. Fíjense ustedes que la pelícu­ la más taquillera este año, que ha sido ‘‘Locademia de Policía 2", una comedia cómica, ha dado en los cines de estreno, solamente en Santiago, 149.000 espectadores. Las 12 primeras de este año son: “Ya Nunca Más", "007” , “ Amadeus” . "Gritos del Silen­ cio” , “ Un Detective Suelto en Hollywood” , “Aristogatos” , "Fiebre de Amor” , “Terminator” , “ Pasaje a la India” , “ Rambo” . Se necesita en Chile 176.000 espectadores para financiar una película, con entradas de $ 170. No los hay por supuesto. Entonces tendríamos que ir por los canales anexos, como de­ cía J. Daire. Vámonos a la TV, vendamos en Latinoamérica, vamos a cable, vamos a video ca­ ssette, Chile sobre Latinoamérica representa un 6%, incluso creo que estamos un poco más ba­ jo en este momento, del consumo de cine. Pero durante muchos años ha habido cine en Chile, durante muchos años en el mundo ha habido cine, y siempre se ha empezado con películas li­ vianas, cómicas, de acción, trágicas, qué sé yo, cosas entendióles para todo el público. Eso ha sido universalmente; durante sesenta años tuvimos un cine hecho para la masa. Jamás antes habíamos tenido una película de élite, especial, muy buena, estupenda, que se hiciera aquí; era cine para las grandes masas, para las grandes mayorías. Tuvo que esperar sesenta años és­ to, y por lo que yo he escuchado, estamos queriendo hacer cine para élites: vivencias particu­ lares, cosas muy especiales, ganas locas que uno debe tener adentro de hacer cosas nuestras, pe­ ro que no nos van a dar una continuidad de cine, no nos van a dar una empresa de cine Como decíamos, no nos van a hacer una industria o una semi-industria que elabore películas cada dos o tres años. Si el cine comercial ha sido durante 60 años netamente comercial, después empezó

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