La industria cinematografica chilena : desafios y realidades
mente este Instituto otorga estos préstamoss con la sola garantía de la estimación del ingreso que supone reportará la película beneficiada. En Italia la ayuda del Estado está sustentada casi exclusivamente por el presupuesto de la Nación. Las películas perciben subvenciones automáticamente, premios y precios selectivos. La Banca Nacional del Trabajo está especializada en la atribución de préstamos a intereses muy bajos para la financiación de películas. El Parlamento puede también aprobar adicionales al pre supuesto de la Nación en situaciones de crisis. Esto ya lia sucedido en Italia y para la recupe ración de la industria se ha destinado nuevas cifras a través de la Banca Nacional del Trabajo o directamente a través del Estado para financiar películas de carácter artístico y cultural. Hoy día la RAI, Radio y Televisión Italiana también participa en la financiación de producción de largometrajes. En Suecia existe el Instituto Sueco de Cine que administra un fondo del 10% sobre los ingresos de las salas, las que a su vez, en retribución quedan exentos de tasas sobre el espec táculo. En Dinamarca el Instituto Danés del Cine es un organismo gubernamental que adminis tra fondos que provienen exclusivamente del presupuesto anual de la nación. Subvenciona la producción del largometraje, concede préstamos para el acondicionamiento y renovación de salas, compensa los déficits de películas de largometraje de calidad y va en ayuda a las acciones de promoción del cine y a fomentar la creación de escuelas de cine En Dinamarca, la producción de cortometrajes y documentales está a cargo de la oficina Nacional del Film, otro organismo gubernamental cuyos fondos también provienen exclusiva mente del presupuesto nacional. En Noruega la situación es ejemplar. El Parlamento lia reconocido que “el cine es un ele mento importante de la actividad cultural nacional" y concede anualmente una subvención aproximada de 55 millones de coronas a la producción cinematográfica noruega. Toda película noruega o coproducción puede beneficiarse de una subvención del Estado equivalente al 55°/o del taquillaje bruto de la recaudación de las salas. Agregado a esto, el Estado garantiza hasta el 90°/o de los gastos de producción salvaguardando los compromisos de préstamos contraídos por los productores para la realización de sus películas. Existe además una Asociación de Cines Mu nicipales que entregan el 2.6°/ode sus ingresos brutos para fomentar la actividad cinematográfi ca nacional. En nuestro país, queda un largo y categórico suspenso. Aquí no es posible pensar que esta área de la actividad audiovisual pueda desarrollarse a nivel industrial si no cuenta con el apoyo y el fomento del estado en todos sus aspectos. Debemos convencernos que el cine no puede prescindir de la ayuda del Estado y que su intervención es necesaria si queremos que el cine subsista como industria fumdamental y como expresión cultural. Para esto es necesario crear instancias que permitan proponer medidas como la creación del Instituto del Cine y la implantación de una Ley de Fomento a la Industria Cinematográfica que contenga en otros puntos la exención tributaria a la producción, devolución de un impuesto de taquilla, subvención al cortometraje y al documental estableciendo la obligatoriedad de su exhi bición, degravación a las salas que programen cine nacional, creación de una distribuidora esta tal, establecimiento de la cuota de pantalla; reactivación de las carreras de cine en las Universi dades, reapertura y remodelación de salas de cine, aporte de la Televisión estatal al cine nacional mediante un porcentaje deducido de la transmisión de publicidad; obligatoriedad de la Televi sión de programar cine nacional, subvención para el guión original o adaptación, co-producción con otros países, preveer los medios para la conservación, archivo y restauración de las obras cinematográficas, fortalecer las cinematecas; reglamentación sobre el sistema de doblajes y reco-
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