La industria cinematografica chilena : desafios y realidades
taría de Estado de Educación. En Uruguay, a través de la Dirección Nacional de Relaciones Públicas que depende directa mente del Poder Ejecutivo. En Venezuela, a través de la Dirección de Industria Cinematográfica, el Ministerio de Fo mento y el Consejo Nacional de la Cultura COÑAC. La industria de! cine de los paises europeos es ejemplar para nosotros y, por ello, siempre será útil insistir en el conocimiento de sus mecanismos de funcionamiento y del sistema de cana lización de la ayuda que ofrecen los Estados al desarrollo de su industria cinematográfica nacio nal. En estos estados europeos hay conciencia de que la industria del cine no puede depender sólo de la suerte del mercado, ya que ésto presenta un grave riesgo de pérdida de una identidad cultural. Ni siquiera piensan en la pérdida material. Hay otros intereses que para ellos son de mayor importancia, como salvaguardar la cultura por ejemplo, y para ello se ha obligado a los poderes públicos a intervenir en el proceso económico de la industria, de manera de asegurar una continuidad de acción y favorecer a su vez a la creatividad. La intervención del Estado apa rece como indispensable también para promover la difusión de las películas en el extranjero y aparece interviniendo en los mecanismos financieros por la vía del crédito hancario y por la compensación financiera. En Francia, como política gubernamental cultural, el Estado ayuda al cine económicamen te a través de una cuenta de apoyo financiero a la industria cinematográfica. Esta cuenta es engrosada escencialmente por una tasa sobre el precio de las localidades, representando el 147o del taquillaje y que permite la ayuda a la producción y a la consecución de créditos bancarios a un interés privilegiado para el financiamiento de películas. En Francia, así como en muchos países de Europa, el fomento y subvención a la actividad cinematografía hoy se ha orientado a través de las televisiones que son ya una fuente importante de financiamiento a la producción de largometrajes. También independientemente lo hacen hoy los municipios regionales que aportan al financiamiento total o parcial de una producción, al establecimiento de escuelas y facultades de Ciencias de la Comunicación Cinematográficas, al desarrollo de Fes tivales de Cine y a la reparación y modernización de las salas de exhibición. El estado francés ha desgravado en favor del cine, el impuesto de TVA (tasa al valor añadido) que es de 17,6% a la mitad, permitiendo a la industria nacional, incrementar sus arcas para la ayuda de la pro ducción. La República Federal Alemana, a través de su Instituto de Ayuda (FFA), administra fon dos que son generados por cifras fijas en el taquillaje y con ello permiten disponer de dineros para la producción, para el otorgamiento de primas y subvenciones, y premios para el cine ale mán. Las fuertes sumas que esto significa, le permite a la República Federal Alemana, inclu so distraer fondos del orden de 1.7 millones de marcos que se conceden anualmente a la Aca demia de Cine y TV de Berlín, 5.2 millones de marcos al Festival de Berlín y 500.000marcos para la cinemateca alemana. También una categoría de ayuda está prevista en el presupuesto de los Lander, que a través de sus municipios federales ayudan al cine joven que se autogene- ra localmente. En Gran Bretaña, el fondo de ayuda al cine nacional es administrado por la British Film Fund Agency, que es alimentada por una contribución parafiscal: la “ levy” , percibida de la re caudación de las salas. La distribución a los productores es casi automática, ya que sólo se exige como condición de que la película debe normalmente ser realizada por una sociedad de producción instalada en Gran Bretaña. La intervención del Estado se ejerce a través del Insti tuto Nacional de Financiamiento del Cine (NFC), que recibe una cantidad del orden de un millón de libras para préstamos a la industria, ordenada en el presupuesto de la nación. General
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