La industria cinematografica chilena : desafios y realidades

dio un retomo de $ 15.000.000.-, habiéndose invertidoen total un poco menos de $ 11.000.000.- (Yo no tenía de donde sacarlos, lo que viene a explicar toda la fórmula empleada). Luego, con una exhibición comprometida en TV, la que se dio hace no mucho, se alcanzó un rating de 37 puntos. Esfó cerraba, a mi juicio, el ciclo de “ El Ultimo Grumete” , ya que la filosofía de la pe­ lícula era justamente ésa: darla en Chile y solamente para Chile. Pienso que cualquier proyecto futuro, al menos por lo que a mi respecta, va a tener que incluir un plan de distribución para el resto del mercado Latinoamericano. Creo que es un mer­ cado que día a día se va transfonnando en el mercado natural de todas las cosas que se hagan en Chile. Me interesaría comentar un segundo sobre el proyecto de una ley cinematográfica para Chile, que considero sumamente importante, esencial. May un proyecto que anda circulando, que he leído. Quisiera aprovechar de decirles a todos que ojalá participaran aportando ideas, o descubriendo las fallas y resaltando las cosas buenas que tiene, porque si bien es cierto que no creo que esta buena idea vaya a fructiferar en el curso del proceso que estamos viviendo, o sea el cataclismo que vive hoy día nuestro país, nadie sabe tampoco cuanto más va a durar esta desgracia. Pero si llega el momento en que las cosas cambien, entonces sí existirá alguna posibili dad para el Cine Chileno, y ahí dependerá de todos nosotros. CRISTIAN SANCHEZ: Director de Cine y TV. Jefe de Area de Gne en .I.A.C.C. EL PROYECTO DE UN “CINE POBRE" Por la experiencia de la mayoría de los realizadores, de los que han hablado y los que no han ha­ blado aquí, creo que hay algo que se puede sacar como denominador común, y es que todas es tas obras son producto de la voluntad apasionada. Hav una determinación interna, una causalidad T i e r n a en ]QS proyectos. Lo primero que nace es la intención de narrar algo, de un motivo, de un tema, de una cosa que está acuciando al realizador y que de alguna manera lo obliga a buscar los medios. En ese sentido, yo coincido bastante con la opinión de Justiniano, que todos estos proyectos, y justamente por las condiciones no industriales del cine chileno, nos plantean un punto de arranque bastante artesanal Es decir, todos los proyectos que se han podido generar han sido proyectos que han tenido un nacimiento artesanal, voiuntarista y espontáneo. Mi caso no se distingue de la mayoría del cine chileno actual, la diferencia quizás sea que no me he propuesto como meta deliberada llegar a hacer un cine que pudiera ser distribuido co- mercialmente. Es decir, la mayoría de las películas que he hecho antes de “ Los Deseos Conce­ bidos” , como “ Vías Paralelas” , “ El Zapato Chino” , “ Esperando a Godoy” (película no termina­ da). hasta la actual que se llama “ El Cumplimiento del Deseo” , han sido (exceptuando “ Los De­ seos Concebidos” ) provectos de un cine pobre: o se hacían con los recursos que existían o no se hacían. Quiero decir con "cine pobre” que ha sido un cine con recursos limitados y que ha par­ tido con una producción donde no se sabía cuál iba a ser su destino final, qué iba a ocurrir con esas nehculas. Quiero aclarar sí, que en ningún caso este cine pobre indica pobreza estética, por el contrario, significa un amplio espacio de investigación de lo real. “ Los Deseos Concebidos” es un caso excepcional, puesto que en esa peí ícula, yo establecí una relación con Guillermo Cahn, que fue el productor que se hizo cargo de la peí ícula. En to­ do caso, para lo que es una producción en Chile y en cualquier parte del mundo, no fue un cos­ to muy alto. No nos propusimos como primera instancia recuperar los costos, puesto que no temarnos la intención de ampliarla a 35 mm. En un determinado instante, cuando la película estuvo terminada, se planteó esa posibilidad, pero no se pudo realizar por falta, precisamente, de recursos. La película, por lo tanto, estaba condenada de antemano a particiDar en los cir

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