La industria cinematografica chilena : desafios y realidades

Chile Films para plantear la posibilidad de hacer una película basada en el “ Ultimo Grumete de La Baquedano” , a bordo del buque F.scuela Esmeralda. Esto significaba una buena reducción de costos, ya que esencialmente lo único a pagar eran los materiales, viajes y sueldos del equipo que participaría. El acercarse a Chile Films también tenía otras ventajas, ya que además de te­ ner cámaras y equipo fílmico, tiene infraestructura, personal y sobretodo, tiene su propio siste­ ma de distribución. Por lo tanto, saliera lo que saliera, la película iba a llegar de todas maneras al público, que era lo más importante. A mí me interesaba especialmente que le llegara a los ni­ ños, así que me dediqué a preparary hacer una película para niños. Suena feo decirlo, pero una vez que Chile Films "picó", una ve/ que agarraron vuelo, empe­ zamos inmediatamente a preparar la película. Se daba también la circunstancia de que era la pri­ mera vez que L.a Esmeralda iba a estar en Punta Arenas en los últimos seis o siete años y de he­ cho la última, porque creo que no ha vuelto a pasar por ahí desde que se filmó esto, en Octubre del ‘81. Surgía entonces el imperativo de tener que estar en Punta Arenas filmando para esa fecha, pasara lo que pasara. El interés de Chile Films era real, pero entre acuerdos, conversacio­ nes, dimes y diretes, pasaron 4 meses. La poca gente que trabajaba en el equipo de producción lo hacía gratis, con la esperanza de que los ejecutivos que debían tomar la decisión, al final de cuentas, lo hicieran. Bueno, se decidieron justo tres días antes de la fecha fatal Esto afectó obviamente la calidad del guión, que ai nunca tener un 'vamos' definitivo ni financiamiento. se iba retrasando en inseguros bocetos sin terminar. Tuvimos que ir filmando a medida que se iba escribiendo, y escribiendo a medida que se iba filmando. Esa iba a ser la tónica durante el resto del rodaje, ya que cuando surgió la autoriza­ ción definitiva, tampoco se comprometieron como quien dice: "de acuerdo, vamos a financiar el Grumete y vamos “con tutti", no. Lo que hicieron fue: “Existe esta posibilidad, este es el único momento para hacerlo, bueno, te damos la plata para filmar el viaje de Punta Arenas a Valparaíso. Si resulta lo que filmen, fantástico, seguimos adelante: si no resulta, si no nos gusta por a, b, o c razón, por último ocupamos ese material para hacer un documental sobre La Esme­ ralda” . Yo, ni corto ni perezoso, dije pa’delante, y así fue el comienzo. Más tarde, lo que costó sacarles para la segunda etapa, ni les cuento, y para la tercera, peor todavía. Pasó en todo este proceso de tira y afloja un año y tanto, lo que insisto, complicó mucho la manera de trabajar, tanto en la realización de la película, como en la continuidad del guión, y en los propios esquemas de producción. Se filmó en 16 color, procesado en el Laboratorio de Chile Films con un material que se iba trayendo a medida que se autorizaba cada etapa. Cuando ya estábamos todos bien embarcados, bien comprometidos, se planteó la ¡dea de ampliarla a 35 mm. de manera de poder exhibirla en el circuito de distribución comercial, que era, obviamente, la idea original, y así hacerla extensiva a todo el país. Desgraciadamente, tam­ poco aquí se decidieron a gastar mucha plata, así es que se hicieron sólo tres copias, las que en Santiago y el resto de Chile se exhibieron como por milagro durante un año y medio. Ustedes podrán imaginarse el estado en que quedó cada una... hoy ya no existen. En fin, el hecho es que la película se amplió en Nueva York, E.E.U.U.. un trabajo bastante bonito, muy por sobre las expectativas que teníamos, y terminó por entrar a tallar dentro del circuito comercial, dirigida principalmente al público infantil como se pensó desde el comienzo. Esta era, probablemente, la parte sentimental mía. Yo tengo un hermano chico; ahora, ade­ más, acabo de tener un hijo y me iba dando cuenta que la historia de "El Ultimo Grumete de la Baquedano” era totalmente desconocida entre los más clticos. Parece que hoy ellos casi no leen y sólo ven televisión, así que ésta era la mejor forma a mi disposición para transmitirles una historia sobre Chile que a su edad me había llenado la imaginación. Bueno, la cosa es que se terminó dando la película en Santiago, Valparaíso, Quilpué y en prácticamente todo Chile, generando la cifra total de 176.79Ü espectadores en los cines, lo que