La industria cinematografica chilena : desafios y realidades
que nosotros tenemos que manejar dentro de Chile, o sea, adecuamos a un sistema comercial, a un esquema real al cual estamos enfrentados y que no podemos romper porque sino es suici da: no ganar plata sería hasta óptimo en una primera instancia, pero perderla o botarla es una tontería. Entonces, podemos contar con que algún distribuidor o exhibidor esté apoyando este proyecto. Se pueden empezar a hacer algunos proyectos no tan ambiciosos, pero que corres ponden al desarrollo de un cineasta, aquel que no esté de acuerdo con esto o aquel que tiene el talento, pero que no tiene los mecanismos de distribución, creo que de seguir acá en Chile, ten dría que continuar pidiendo favores a los actores, a los productores y a los técnicos. No es el camino, es injusto. Ahora, pienso que hay resquicios. Por ejemplo, se puede lograr que una película sea califica da como cultural o educativa para no pagar impuestos. Son algunos de los resquicios a los que uno se tiene que ir acomodando para lograr por lo menos tener una posible producción renta ble de algún proyecto de no mucha envergadura. Con respecto a la ley, hay que seguirla empujando, hacer partícipes a las empresas distribui doras y exhibidoras nacionales dentro de esa Ley. La Televisión tiene una gran responsabilidad dentro de lo que está pasando en la distribución y en el desarrollo de los cineastas. Es el caso de “ Julio Comienza en Julio” y “ El Ultimo Grumete” que creo, son los únicos que se han visto en televisión. Pero la televisión tendría que apoyar mucho más, porque no son solamente largo- metrajes, hay un montón de cineastas que tienen sus documentales y que la televisión perfecta mente puede comprar y exhibir. Lo importante es seguir buscando un mecanismo que permita financiar un proyecto, ya sea a través de la televisión y/o de distribuidores o exhibidores nacionales. Eso sería lo básico como para empezar a producir y hablar de una no muy lejana industria cinematográfica chilena. GONZALO JUST1NIANO: Director de Cine. UN CASO DE CO—PRODUCCION Básicamente, mi caso es similar al de todos los cineastas aquí presentes, con la única diferencia que yo viví bastante tiempo afuera y en determinado momento, tuve la posibilidad de juntar cierto dinero, y volver a Chile con material negativo y una base para poder echar a andar una producción. Yo me plantié la producción en términos de etapas gracias a la experiencia que adquirí en Francia. Allí existen lugares donde uno puede presentar un proyecto, y si se aprueba, pueden incluso financiar su totalidad. Existe la televisión, que también produce bastante, y es una po sibilidad para un cineasta que quiere hacer su primer largometraje. Hay una gran diferencia con lo que pasa aquí en Chile, donde el cine es casi un acto voluntarista, como lo llamaba Alejo, de locura en el sentido de que no hay nada seguro. Es una empresa que uno empieza y que no sabe dónde va a terminar, puede terminar bien o puede terminar en un desastre económico, hasta psicológico. Yo traje desde Francia ese material negativo y poco a poco, en base al contacto que fui adquiriendo, un poco más de dinero que pude juntar y a ciertos auspicios, fui armando un pro yecto. Encontré que era más lógico presentarle a un distribuidor algo concreto que presentar un pre guión o un guión. En cine, pasa que la gente trabaja mucho una idea en términos lite rarios, en términos de guión, y al presentarlo a un productor o distribuidor, es muy difícil tra ducir realmente lo que uno quiere hacer. Y el cine básicamente es un asunto de estilos; hay- ideas comerciales que pueden vender y que un productor se puede interesar, pero pueden ser
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