Antología de Andrés Bello
nuevo mundo. Sin la denodada resolucion de Colombia de auxi- liar a1 Peru con lo mejor de sus tropas mandadas por el ilustre Bolivar, y sin 10s gloriosos sucesos de este genio tutelar de la Independencia xnericana, el horizonte politico de aqiiellas regio- nes hubiera presentadh nubes y borrascas, qui6n sabe cuanto tiempo; y la iibertad, aun de las partes mas retiradas del campo en que se verifico la lucha, hubiera estado a la merccd de mil contingencias acarreadas por la fortuna de las armas. El titulo de este poema pudiera hacer formar un concept0 equivocado de su asunio, que no es en realidad la victoria de Junin, sino la libertad del Peru. Bolivar es el h6roe a cuyo ho- rior se consagra este hinino patri6tico; y el poeta hubiera dado una idea harto mezquina de la gloria de su campaiia peruana, si se hubiese contentado con ceiiir a sus sienes el laurel de aquella jornada inmortal. Mas concebida asi la materia, presentaba un grave inconve- niente, porque, constando de dos grsndes sucesos, era dificil reducirla a la unidad de sujeto, que exigen con mas o menos rigor todas las producciones poeticas. El medio de que se valio el seiior Olmedo para vencer esta dificultad, es ingenioso. Todo pasa en Junin, todo esta enlazado con esta primera funcion, to- do forma en realidad parte de ella. Mediante la aparicion y pro- fecia del inca Huaina Capac, Ayacucho se transporta a Junin, y las dos jornadas se eslabonan en una. Este plan se trazo a nuestro parecer con mucho juicio y tino. La batalla de Junin sola, como hemos observado, no era la libertad del Peru. La ba- talla de Ayacucho la aseguro; per0 en ella no mando personal- mente el general Bolivar. Ninguna de las dos por si sola pro- porcionaba presentar dignamente la figura del hCroe: en Junin m le hubiCramos visto todo; en Ayacucho le hubieramos visto a demasiada distancia. Era, pues, indispensable acercar estos dos puntos e identificarlos; y el poeta ha sabido sacar de esta necesidad misma grandes bellezas, pues la parte mas esplhdida y animada de su canto es incontestablemente la aparicion del inca . Algunos han acusado este incidente de importuno, porque, preocupados por el titulo, no han concebido el verdadero plan de la obra. Lo que se introduce como incidente, es en realidad una de las partes mas esenciales de la composicion, y quiza la mas eseacial. Es caracteristico de la poesia lirica no caminar directameqte a su objeto. Todo en ella debe parecer efecto de una inspiracion instantanea: el poeia obedece a 10s impulsos del numen que le agita sin la menor apariencia de designio, y fre- cuentemente le vemos abandonar una senda y tornar oira, lla- mado de objetos que arrastran irresistiblernente su atencibn. Horacio dirige plegarias a1 cielo por la feliz navegacion de Vir- 94
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