Antología de Andrés Bello
Aunque Ercilla tuvo menos motivo para quejarse de sus compatriotas como poeta que como soldado, es innegable que 10s espaiioles no han hecho hasta ahora de su obra todo el apre- cio que merece; per0 la posteridad empieza ya a ser justa con ella. No nos detendremos a enumerar las prendas y bellezas que, ademas de las dichas, la adornan; lo primer0 porque Martinez de la Rosa ha desagraviado en esta parte a1 cantor de Caupoli- can; y lo segundo, porque debemos suponer que la Araucana, la Eneida de Chile, compuesta en Chile, es familiar a 10s chi- lenos, unico hasta ahora de 10s pueblos modernos cuya funda- ci6n ha sido inmortalizada por un poema Cpico. Mas, antes de dejar la Araucana, no sera fuera de prop6sito decir algo sobre el tono y estilo peculiares de Ercilla, que han tenido tanta parte, como su parcialidad a 10s indios, en la es- pecie de disfavor con que la Araucana ha sido rnirada mucho tiempo en Espaiia. El estilo de Ercilla es llano, templado, na- tural; sin enfasis, sin oropeles retbricos, sin arcaismos, sin tras- posiciones artificiosas. Nada mas fluido, terso y diafano. Cuando describe, lo hace siempre con las palabras propias. Si hace ha- blar a sus personajes, es con las frases del lenguaje ordinario, en que naturalmente se expresaria la pasi6n de que se mani- fiestan animados. Y sin embargo, su narraci6n es viva, y sus arengas elocuentes. En Cstas, puede compararse a Homero, y algunas veces le aventaja. En la primera, se conoce que el mo- del0 que se propuso imitar fue el Ariosto; y aunque ciertamente ha quedado inferior a el en aquella negligencia llena de gracias, que es el mas raro de 10s primores del arte, ocupa todavia (por lo que toca a la ejecucibn, que es de lo que estamos hablando) un lugar respetable entre 10s epicos modernos, y acaso el pri- mer0 de todos, despuCs de Ariosto y el Tasso. La epopeya admite diferentes tonos, y es libre a1 poeta ele- gir entre ellos el mas acomodado a su genio y a1 asunto que va a tratar. iQuC diferencia no hay, en la epopeya histbrico- mitol6gica, entre el tono de Homero y el de Virgilio? Aun es mas fuerte en la epopeya caballeresca el contraste entre la ma- nera desembarazada, traviesa, festiva, y a veces burlona del Ariosto, y la marcha grave, 10s movimientos compasados, y la artificiosa simetria del Tasso. Ercilla eligi6 el estilo que mejor se prestaba a su talent0 narrativo. Todos 10s que, como 61, han querido contar con individualidad, han esquivado aquella eleva- ci6n enfatica, que parece desdeiiarse de descender a 10s peque- 60s pormenores, tan propios, cuando se escogen con tino, para dar vida y calor a 10s cuadros poeticos. Per0 este tono templado y familiar de Ercilla, que a veces (es precis0 confesarlo) degenera en desmayado y trivial, no p u do menos de rebajar mucho el mCrito de su poema a 10s ojos 92
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