Antología de Andrés Bello

solo individuo, una inteligencia de otro orden, y much0 mejor preparada que ha podido estarlo la mia. Per0 me alienta la cooperacidn de mis distinguidos colegas en el consejo y el mer. PO todo de la universidad. La ley (afortunadamente para mi) ha querido que la direc- cion de 10s estudios fuese obra comun del cuerpo. Con la asis. tencia del consejo, con la actividad ilustrada y patri6tica de las diferentes facultades; bajo 10s auspicios del gobierno, bajo la influencia de la libertad, espiritu vital de las instituciones chi- lenas, me es licito esperar que el caudal precioso de ciencia y talento, de que ya esta en posesidn la universidad, se aumen- tar& se difundira velozmente, en beneficio de la religion, de la moral, de la libertad misma, y de 10s intereses materiales. La universidad, seiiores, no seria digna de ocupar un lugar en nuestras instituciones sociales, si (como murmuran algunos ecos oscuros de declamaciones antiguas) el cultivo de las cien- cias y de las letras pudiese mirarse como peligrosos bajo un punto de vista moral, o bajo un punto de vista politico. La mo- ral (que yo no separo de la religion) es la vida misma de la sociedad; la libertad es el estimulo que da un vigor sano y ac- tividad fecunda a las instituciones sociales. Lo que enturbie la pureza de la moral, lo que trabe el arreglado, per0 libre desa- rrollo de las facultades individuales y colectivas de la humani- dad -y digo mhs--, lo que las ejercite infructuosamente, no debe un gobierno sabio incorporarlo en la organizacion del es- tado. Per0 en este siglo, en Chile, en esta reunibn, que yo miro como un homenaje solemne a la importancia de la cultura inte- lectual; en esta reunidn, que, por una coincidencia significativa, es la primera de las pompas que saludan a1 dia gIorioso de la patria, a1 aniversario de la libertad chilena, yo no me creo lla- mado a defender las ciencias y las letras contra 10s paralogis- mos del elocuente filbsofo de Ginebra, ni contra 10s recelos de espiritus asustadizos, que con 10s ojos fijos en 10s escollos que han hecho zozobrar a1 navegante presuntuoso, no querrian que la razdn desplegase jamas las velas, y de buena gana la conde- narian a una inercia eterna, m8s perniciosa que el abuso de las luces a las causas mismas por que abogan. No para refutar lo que ha sido mil veces refutado, sin0 para manifestar la corres- pondencia que existe entre 10s sentimientos que acaba de expre. sar el seiior ministro de instruccibn publica y 10s que animan a la universidad, se me permitira que afiada a las de su seiion'a algunas ideas generales sobre la influencia social y politica de las ciencias y las letras, sobre el ministerio de 10s cuerpos lite- rarios, y sobre 10s trabajos especiales a que me parecen desti- nadas nuestras facultades universitarias en el estado presente de la nacion chilena. 30

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=