Antología de Andrés Bello

es de la vida la mejor maestra! ZBuscais durables goces, felicidad, cuanta es a1 hombre dada y a su terreno asiento, en que vecina esta la risa a1 llanto, y siempre, jah! siempre donde halaga la flor, punza la espina? Id a gozar la suerte campesina; la regalada paz, que ni rencores a1 labrador, ni envidias acibaran; la cama en que mullida le preparan el contento, el trabajo, el aire puro; y el sabor de 10s faciles manjares, que dispendiosa gula no le aceda; y el asilo seguro de sus patrios hogares que a la salud y a1 regocijo hospeda. El aura respirad de la montada, que vuelve a1 cuerpo laso el perdido vigor, que a la enojosa vejez retarda el paso, y el rostro a la beldad tide de rosa. {Es alli menos blanda por ventura de amor la llama, que temp16 el recato? LO menos aficiona la hermosura que de extranjero ornato y afeites impostores no se cura? LO el corazon escucha indiferente el lenguaje inocente que 10s afectos sin disfraz expresa, y a la intenci6n ajusta la promesa? No del espejo a1 importuno ensayo la risa se compone, el paso, el gesto; ni falta alli carmin a1 rostro honesto que la modestia y la salud colora, ni la mirada que lanzo a1 soslayo timido amor, la senda a1 alma ignora. i. EsperarCis que forme mas venturosos lazos himeneo, do en interes barata, tirano del deseo, ajena mano y fe por nombre y plata, que do conforme gusto, edad conforme, y eleccion libre, y mutuo ardor 10s ata? hay que llenar; cerrad, cerrad las hondas heridas de la guerra; el fCrtil suelo, Alli tambiCn deberes 213

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