Antología de Andrés Bello
<Sabra con firme pulso de la severa ley regir el freno; brillar en torno aceros homicidas en la dudosa lid vera sereno; o animcsos hara frente a1 genio altivo del engreido mano en la tribuna, aquel que ya en la cuna durmio a1 arrullo del cantar lascivo, que riza el pelo, y se unge, y se atavia, con femenil esmero, y en indolente ociosidad el dia, o en criminal lujuria pasa entero? No asi trato la triunfadora Roma las artes de la paz y de la guerra; antes fio las riendas del estado a la mano robusta que tosto el sol y encalleci6 el arado; y bajo el techo humoso campesino 10s hijos educ6, que el conjurado mundo allanaron a1 valor latino. habCis nacido de la tierra hermosa, en que reseiia hacer de sus favores como para ganaros y atraeros, quiso naturaleza bondadosa! romped el duro encanto que os tiene entre murallas prisioneros. El vulgo de las artes laborioso, el mercader que necesario a1 lujo a1 lujo necesita, 10s que anhelando van tras el sefiuelo del alto cargo y del honor ruidoso, la grey de aduladores parasita, gustosos pueblen ese infecto caos; el campo es vuestra herencia; en 61 gozaos. iAmais la libertad? El campo habita, no all5 donde el magnate entre armados satClites se mueve, y de la moda, universal seiiora, va la razdn a1 triunfal carro atada, y a la fortuna la insensata plebe, y el noble a1 aura popular adora. LO la virtud amais? iAh, que el retiro, la solitaria calma en que, juez de si misma, pasa a1 alma a las acciones nuestra, iOh! 10s que afortunados poseedores 212
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