Antología de Andrés Bello

A PERALOLEN Boscajes apacibles de la Hermita, ioh cufinto a vuestra sombra me recreo, y con que encanto celestial poseo lo que en van0 se busca y solicita en el bullicio corruptor del mundo: el sosiego profundo, la deliciosa calma, la dulce paz!. .. Que a1 alma de si propia contenta, y de cuidados miseros exenta, le hace el silencio plficida armonia, y hasta la soledad le es compafiia. Ni enteramente solitario vivo; que cuando, embelesado y pensativo, en vuestro grato asilo, me paseo, la cara imagen veo de aquel que lo formb, de aquel que un dfa de la insana inquietud del vulgo vano, m6vil veleta con que juega el viento, a vosotros huia, 200

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