Antología de Andrés Bello

Algunos han censurado esta gramatica de dificil y oscura. En 10s establecimientos de Santiago que la han adoptado, se ]la vjsto que esa dificultad es mucho mayor para 10s que, preocu- pados por las doctrinas de otras gramaticas, se desdefian de leer con atencidn la mia y de familiarizarse con su lenguaje, que para 10s alumnos que forman por ella sus primeras nocioncs gramaticales. Es, por otra parte, una preocupacion harto comun la qiie nos hace creer llano y facil el estudio de una lengua, hasta el grado en que es necesario para hablarla y escribirla correcta- mente. Hay en la gramatica muchos puntos que no son accesi- bles a la inteligencia de la primera edad; y por eso he juzgado conveniente dividirla en dos cursos, reducido el primer0 a las iiociones menos dificiles y mas indispensables, y extensivo el s:- gundo a aquellas partes del idioma que piden un entendimient3 algo ejercitado. Los he sefialado con diverso tipo y comprendido ics dos en un solo tratado, no so10 para evitar repeticiones, sino para proporcionar a 10s profesores del primer curso el auxilio de !as explicaciones destinadas a1 segundo, si alguna vez las n2- cesitaren. Creo, ademas, que esas explicaciones no seran entera- mente inutiles a 10s principiantes, porque, a medida que adelan- tcn, se les iran desvaneciendo gradualmente las dificultades que para entenderlas se les ofrezcan. Por este medio queda tambiCn :\I arbitrio de 10s profesores el aiiadir a las lecciones de la ensc- fianza primaria todo aquello que de las del curso posterior les pareciere a proposito, segiin la capacidad y aprovechamiento dc 10s alumnos. En las notas a1 pie de las paginas llamo la atencicin a ciertas practicas viciosas del habh popular de 10s americano:;, para que se conozcan y evitcfi, 51 diiucido algunas doctrinas con observaciories que requieren e! conocimiento de otras lenguas. Finalmefite, en las notas que he colocado a1 fin del libro me extiendo sobre algunos puntos controvertibles, en que juzguC no estarian de mAs las explicaciones para satisfacer a 10s lectores instruidos. Parecerd algunas veces que se han acumulado pro- fusamente 10s ejemplos; pero so10 se ha hecho cuando se trata. ba de oponer la practica de escritores acreditados a novedades vjciosas, o de discutir printos controvertidos, o de explicar cier- tos procederes de la lengua a que creia no haberse prestado atencion hasta ahora. He creido tambiCn que en una gramatica nacional no debian pasarse por alto ciertas formas y locuciones que han desapare- cido de la Iengua corrientc; ya porque el poeta y aun el prosista no dejan de recurrir alguna vez a ellas, y ya porque su conoci- niiento es necesario para la perfecta inteligencia de las obras mas estimadas de otras edades de la lengua. Era conveniente manifestar el us0 impropio que algunos hacen de ellas, y 10s conceptos erroneos con que otros han querido explicarlas; y SI 167

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