Antología de Andrés Bello

La lengua casiellana tiene poco mzis o menos el mismo nil- mer0 de silabas, y conforme a este sistema piidieron, por ejem- p b , representarse en ella las silabas a, ca, 0, ra, ser, con 10s signos ideogrAficos que denotaban respectivarnente un ave, una cadena, un ovalo, una rama, una serpiente, objetos cuyos nom- bres empiezan por las referidas silabas. Aplicado este arbitrio a todos 10s que componen la lengua, hubikramos llegado a te- ner una escritura de poco mAs o menos mil quinientos caracte- res, con 10s cuales hubieran podido representarse todas las sila- bas y por consiguiente todas las palabras castellanas. En este sistema 10s caracteres traen a la memoria las ideas u objetos; Cstos recuerdan sus noi~bres, y sus nombres recuerdan las sila. bas iniciales respectivas. Per0 familiarizado con ellos el lector, no tardaria en asociar 10s caracteres con las silabas sin pensar en 10s obietos ni en 10s nombres. We aqui, pues, convertidos 10s signos ideogrzificos en signos simplemente fQnetiCQS, o inmediatamente representativos d e 10s sonidos del habla: quinta Cpoca del arte. Resta solo un paso, que es disminuir el numero de estos caracteres llevando la descomposicion de las palabras hasta 10s sonidos elementales, paso facilisimo de dar, si, como hicieron algunos pueblos del Asia, se prescinde de las vocales en la escri- tura. En tal cas0 10s antiguos caracteres fonCticos reducidos a un corto nurnero, serian las verdc?deras letras consonantes, las unas de valor simple, como muestra b, p, m, las otras de valor doble, como lo eran en griego las letras 7eta, xi, psi (ds, cs, y ps); y aigunas quiza de valores inas complicados. Para perfec- cionar este alfabeto faltaba so10 aiiadir 10s signos de las voca- les, y sustituir a cada consonante doble o triple 10s signos de 10s sonidos simples respectivos, como hacen algunos en caste- llano sustituyendo cs a la x. Para llegar a la perfeccidn no falt6 quiz5 a 10s griegos m8s que completar este ultimo proceder analitico desterrando t o d x las consonantes dobles. Los latinos tuvieron un alfabeto algo menos perfecto. Unos y otros, sin em bargo, poseyeron el sistema de escritura mAs c6modo y simple que conoci6 la antigiiedad: herencia inestimable que transmitie- ron a 10s pueblos de la Europa moderna y que pas6 con Cstos a1 Nuevo Mundo. La exposicion que precede manifiesta no so10 la influencia de las dcs leyes de asociacion en la escritura, sino tambiCn 10s pasos lentos y casi imperceptibles con que hemos llegado al punto en que hoy poseemos este arte. Otro tanto ha sucedido en la formacion del lenguaje. Estas invenciones, que, considera- das en su resultado final, nos maravillan y nos dan tan alta idea del hombre, se resuelven en una serie de invenciones ele- mentales, cada una de las cuales ha costado un esfuerzo casi insensible de atenci6n y de ingenio, y sin embargo ha sido obra 154

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