Antología de Andrés Bello
iy quk diremos de 10s intensos, de 10s exquisitos placeres de la inteiigencia, de la imagination, de las afecciones morales? Es verdad que la dicha de 10s vivientes es interrumpida por la pena, y a veces por 10s miis agudos pensamientos. Per0 est0 mismo nos da ocasion de reconocer la bondad paternal del Crea- dor, aun respecto de 10s seres a1 parecer m& abatidos y despre- ciables. iQuC finos instintos para procurarse lo que necesitan, y para evitar 10s peligros! El dolor es en el plan de la Provi- dencia un monitor celoso, que nos retrae continuamente de lo que pudiera dafiarnos. En 10s brutos, por otra parte, las enfer- medades son raras; la muerte, imprevista. Los cuidados, las pe- sadumbres, 10s remordimientos no acibaran su existencia, como la nuestra. iY no es verdad que la pena aguza el placer? El pla. cer seria menos grato, se embotaria, se nos haria del todo in- sipido, sin las alternativas que de cuando en cuando lo inte- rrumpen, para hacer mas apetecido y mas vivo su goce. La existencia del hombre es turbada por el dolor mucho m8s a menudo y mas profundamente que la de 10s brutos. Si su inteligencia le proporciona goces deliciosos de que 10s brutos no son capaces, ella tambien le hace susceptible de fastidios, de sinsabores, de arrgustias, de pesares, de remordimientos, que 10s brutos no sienten. El ansia de un bien le martiriza; pero ape- nas lo posee, lo desestima; y, sin embargo, aun cuando lo mira con hastio, el temor de perderlo le causa inquietudes acerbas. Ve venir 10s males desde mucha distancia, y es ingenioso para forjarselos aun donde no existen. Se siente compriniido, por de- cirlo asi, en SLI existencia terrena; y con todo eso le espanta la muerte. Aspira a una felicidad que no puede darle este rnundo, y a la inmortalidad en ella. Pero, sin esta mezcla de placer y de dolor, no pudiera exis- tir la mas bella de las obras de Dios, la virtud. La virtud supone tentaciones, combates, privaciones dolorosas, sacrificios. El re- mordimiento amarga 10s goces que la conciencia reprueba. El es uno de 10s principales elementos que componen el orden mo- ral, el mundo de las agencias libres. Por otra parte, el Autor de la naturaleza no ha puesto en ningiin viviente necesidades y deseos, sin facultades y objetos correlativos, destinados a satisfacerlos. iSe habria desviado de este plan en la m8s noble, en la mejor dotada de las criaturas de que ha poblado el globo terrestre? Su justicia y su benefi. animado regocijo. Largos manchones de tierra se ven a veces enjambrados de estas Bgiles y juguetonas tribus; y no son menores. ni manifiestan menos ani- maci6n y contento las apiiiadas legiones de pececillos que suelen frecuentar las margenes de 10s rios, de 10s lagos y del mismo mar. Parece que de pur0 go- zosos no saben qui hacerse. En sus actitudes, en su vivacidad, en sus saltos fuera del agua, en sus caprichosas travesuras, se ve a las claras la agradable emocidn que sienten ... Imaginese la suma de goces de todos estos pequefios animalillos. ;Qui escena de felicidad!”. 144
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=