Antología de Andrés Bello
il lur a cunandet que aient vestu brunfcs. I1 entrent a1 palais: entur h i s’asistrent. Carles vint de muster, quand la messe du dite, il et li duzce pairs, Ies feres cumpainies. Devant vaint ie emperere, car el est li plus riches el portent es sa main un ramiset de olive”, etc. ( * ) Es bien perceptible la semejanza entre estos versos y 10s del poema del Gid; y por unos y otros se echa de ver que a1 principio se acostumbro asonantar todas las k e a s , no solarnen- te las pares, como se usan hoy en castellano. Aun cuando se componian en versos cortos, era continuo, no alternado, el aso- nante; de que es buena prueba el lai de Aucasa;n e Nicslette, compuesto en el siglo XII, y publicado en !a colecci6n de fab- liacx de Barbazjn, edici6n de 1808, 6nica que merece leerse de esta popsia, monstruosamente alterada por 10s que, insensibles a las leycs d t r i c a s en qce est& escrita, iian querido reducirla a la rima ordinaria. Pero basta ya de revolver estas empolvadas antiguallas. Con- ciuiri. con dos o tres observaciones sobre la indole del asonante y sobre SY us0 moderno. Esta rima, en sentir de algunos, tiene el defect0 de ser de- masiado fAcil, y sC!o adccuada para e! di5logo dramatico, y para el estilo sencillo ‘j casi familiar de 10s rcmmces. Fer0 por f k i l que fuese, nunca podria serlo tanto coma el verso suelto. No convendrk, sin embargo, en que el asonante, perfeccionado por 10s poetas casteilanos del siglo SV I I , no exija grande habilidad en el poeta. Disminuyen mucho la facilidac; de la rima la nece- sidad de repetir una misma muchas veces, la prjctica moderna de evitar el consonante o rima completa, quc: en Plgvnas t emi - naciones es frecuentisirna, y la mayor correspondencia que debe haber entre las pausas de la versificaciin asonante y las del sentido. Ademjs, hay asonantes sobre manera dificiles, y que (*) “Por mi fe, diio el rep, Carlos ha hecho follonia, cuniido burl6 de mi con tan &ran ligereaa. Hosuedklos ayer-noche cn mis chmaras de pedrer ia Si no son cumpIidn5 :as burins, como :as diieron, cortarkles las cabems con mi espada acicalada. Hacc llamar de sus hombres niis de cien ml! Hales niandado que vistan ameses brufiidos. E!!os entran a1 palacio: en torno se sentaron. Carlos vim del monasterio acabada la misa, 61 y 10s doce pares, las fieras compafifas. Delante va el emperador, porouc 61 es el mis poderoso; J Ilrva en SLIS manos m rarnillo de olira”, etc.
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