Diario de un joven norte-americano detenido en Chile: durante el período revolucionario de 1817 a 1819

- 69 - Lima, que llegalsa sieiiipre de tarde en tar- de, de tin comercio prccz.rio 5' de tin pcli- groso contrabando clue se lizieia cn caiioas por la costa cle enfi-entc. A la particla de 10s patriotas, el cambio €lie tan grandc corn0 instanthnco. nos clias despiies que se ale- jaroii, las callcs se reian ilenas de ganado y el niercaclo rebosanclo de trigo y legum- brcs. La fruta coiiiienm, ahora a aparecer: henios disfixitado de las cerezas coniiines y de las frutillas, de Ins cuales nieclia clo- ccna bastan para iina comida, pucs de or- dinario ticiien iiihs clc una pn!ga!!a de dili- ?I metro, sin ser notablci-ncntc 'ouenas n i sabrosas. LRS pcras tlc iciiiprano y las iiiaiizaiias se ~ c i i taiii1)idii en la recoba y soli de las iiiisliias especies y caliclacl de Ins que sc prescntnii priiiiero k la w n t a ciitre iiosotros. Actualnicnte podemos atlqiiirir uii caniero 6 ~ i n a picma c!c bucy poi' un peso. Yo lienxis tciiido pcscaclo sin0 hace poco, p r o sa se vciicle cii a h i d a n c i a cle alguiias eqpecies, aunciue el sal ~ i t i i i , baca- lao y otros no se eiicueiilran eii CSKLS s p a s , que yo x p a . Xuestra principal dirersibii ha consis- ticlo clesdc que se nos ha permitido bajar h tierra en liacer escursiones por 10s cerros \-cciiios, qne por todas partes ofieccn pai-

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=