Diario de un joven norte-americano detenido en Chile: durante el período revolucionario de 1817 a 1819

- 130 - le sobrepase. Sus montafias son sublimes y A la vez pintorescas sobre toda ponde- rancia, sus campinas fhrtiles y dilatadas, s u s rios anchos y hoiidos, sus ganados hermosos y nobles: todo, con cxcepci6n de s u soberano el hombre qiic, ageno a estas bellezas y condiciones naturales, anda sionipre soterrado escudriiiando las en tra- fias de la tierra. Con respecto a su nianera de vivir, dud0 de que hayan experimentado cambio mate- rial alguno durante 10s tres ultimos siglos. Iran ido en aumentopero no hail adelantado. Y enverdad,gc6mo podrian adelaiitar?sipor acaso se ve aparecer en alguno un principio de aficitjn a l a s letras 6 instruirse, queda siempre cegado en flor, porque no tienen prensa ni libros. Janias salen del pais. Except0 ciiico 6 seis mujeres casadas aqui con oficiales espaiioles que han hecho con ellos el a la Peninsula, no he encon- trado un solo oriundo del pais que jamas haya intentado visitar punto alguno del globo, exceptuando tainbi8n unos pocos marineros que han ido y vuelto de Fili- pinas. Aqui, un mozo de la mejor clase social, tan pronto como sabe algo de escritura y aritmbtica y ha salido de la escuela, corre

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